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Cuatro años a un conductor ebrio por golpear con una barra de acero al agente que lo iba a sancionar

Le dio en la cabeza tras gritarle: “Es la tercera vez que me jodéis en tres meses” | Estaba al volante pese a tener el carné retirado

Comandancia de Pontevedra. | //FDV

Cuatro años y siete meses de prisión, entre otras sanciones, es la condena impuesta a un conductor interceptado por la Guardia Civil en Vilaboa que circulaba ebrio, se negó a realizar la prueba de la alcoholemia y además golpeó con una barra de acero en la cabeza a uno de los agentes que lo había interceptado.

La sentencia definitiva la dictó la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra, confirmando así un fallo previo del juzgado de lo Penal número 2. Según recoge este como hechos probados, hay que remontarse al 14 de agosto de 2019 cuando el acusado fue privado del permiso de conducir por resolución de la jefatura provincial de Tráfico de Pontevedra, notificada en septiembre. El 9 de noviembre de ese mismo año, el acusado, pese a tener el carné retirado, conducía un turismo a la altura del kilómetro 5,9 de la Nacional 554 a la altura del término municipal de Vilaboa.

En ese momento, un vehículo camuflado de la Guardia Civil que circulaba por la zona activó sus dispositivos luminosos y acústicos para dar el alto al coche en el que iba el acusado.

Aunque el guardia civil puso su brazo a modo de defensa delante de la cabeza, no pudo evitar el golpe

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Ambos agentes iban de paisano. Cuando se acercaron al coche del acusado uno de ellos le mostró su placa y se identificó como Guardia Civil. Ante esto, el procesado reaccionó bajando del vehículo diciéndoles: “Xa me estades a joder outra vez” y “con esta es la tercera vez que me jodéis en tres meses”. Al mismo tiempo, se dirigía al maletero del coche, momento en el que uno de los agentes retiró las llaves del coche. El acusado cogió del maletero una barra pesada de acero de unos 90 centímetros de largo y se acercó a uno de los funcionarios al que golpeó en la cabeza con este objeto. Aunque el guardia civil puso su brazo a modo de defensa delante de la cabeza, no pudo evitar el golpe. El acusado volvió a levantar la barra para golpearlo de nuevo pero el otro agente logró evitar la agresión y entre ambos pudieron reducirlo.

El agente sufrió una herida en la cabeza que tuvo que recibir grapas para su curación. El agresor fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. Dado que los agentes habían apreciado que olía a alcohol, que tenía los ojos húmedos y que le costaba mantener el equilibrio, fue requerido para realizar la prueba de la alcoholemia, a lo que se negó, pese a ser informado de que esto podía suponer un nuevo delito.

Tenía el carné retirado

Finalmente, esta persona fue condenado por un delito de conducción sin permiso por el que se le imponen 3.000 euros de multa y se le retira el derecho a conducir por dos años y 9 meses lo que supone la pérdida definitiva del carné.

También es condenado por un delito de lesiones con otro de atentado a 4 años de cárcel y por otro delito de negativa a realizar las pruebas de la alcoholemia a 7 meses de prisión y un año y 3 meses de retirada de carné. Por último, deberá indemnizar al guardia civil agredido con 350 euros.

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