Una exposición del MAN celebra el centenario de la entrada del arte prehistórico en los mueos

Cuadros con repreentaciones de animales del techo de los polícromos de las Cuevas de Altamira, con otros materiales de la exposición "Arte prehistórico, de la roca al museo"

Cuadros con repreentaciones de animales del techo de los polícromos de las Cuevas de Altamira, con otros materiales de la exposición "Arte prehistórico, de la roca al museo"

En 1921 el arte prehistórico estaba reducido en exclusiva a los círculos de especialistas. Fue una exposición pionera, “Arte prehistórico español”, la que dio un vuelco a este escenario, iniciando la difusión a gran escala del arte más primitivo realizado por los seres humanos, que por primera vez entraba en los museos.

El Museo Arqueológico Nacional (MAN) conmemoró el centenario de esa exposición pionera en el mundo con la muestra itinerante “Arte prehistórico, de la piedra al museo”, que esta tarde abre sus puertas en el Edificio Castelao. Concluye así en Pontevedra (donde podrá contemplarse hasta el 9 de octubre) su itinerancia por distintos museos españoles y de Portugal.

La presentación de “Arte prehistórico, de la roca al museo” fue también una oportunidad para demandar que el riquísimo patrimonio arqueológico gallego sea declarado patrimonio cultural de la humanidad e incluido en la declaración de la UNESCO

Reúne las primeras reproducciones de ciervos, bisontes etc de la Cueva de Altamira y otros yacimientos que se realizaron para esa muestra de 1921, creadas por los artistas de la Comisión de Estudios Palentológicos Juan Cabré Aguiló y Francisco Benítez Mellado, lienzos que se exponen por primera vez en 70 años. “La mayoría eran calcos en blanco y negro y por primera vez se mostraban al público grabados a tamaño real. La sorpresa para el público al ver el tamaño natural y el colorido real fue mayúsculo”, señala Eduardo Galán, conservador jefe del departamento de Prehistoria del MAN, que en la mañana de este jueves encabezó con el director del Museo, José Manuel Rey, la presentación de la muestra.

Calcos pictóricos de los abrigos de Cocinilla el Obispo, en Albarracín (Teruel), cuadros con representaciones de animales del techo de los polícromos de la Cueva de Altamira o el dibujo de omóplato decorado de la Cueva del Castillo figuran en la exposición, estructurada en bloques temáticos dedicados al mundo simbólico del Paleolítico, al arte rupestre levantino, a la evolución de la presencia de este tipo de arte en los museos y a su consideración como patrimonio universal que ha de ser preservado en su emplazamiento original.

La muestra reúne las primeras reproducciones de ciervos, bisontes etc de la Cueva de Altamira y otros yacimientos que se realizaron para esa muestra pionera de 1921, lienzos que se exponen por primera vez en 70 años

Se propone al espectador un recorrido por cómo evolucionó la exhibición al público del arte prehistórico, así como la progresión en su estudio e investigación, a partir de pioneros como Sautuola. Para ello, se muestran algunas obras de referencia, caso de las primeras publicaciones sobre Arte Esquemático, catálogos de “Arte prehistórico español” e incluso una entrada a la muestra, con un coste de 1 peseta que era, recordó Eduardo Galán, una considerable cantidad hace un siglo.

“Arte prehistórico, de la piedra al museo” reúne más de 250 piezas procedentes de las colecciones del MAN, el Museo del Traje o el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander, entre otras instituciones. Varias son algunas de las primeras obras que se incorporaron al Arqueológico Nacional y ayudan al espectador a referenciar las muestras de Arte Prehistórico y Esquemático.

Restos animales, como un hueso de bisonte, o elementos líticos encontradas en Altamira, y materiales de otras cuevas, como la Cueva de La Paloma, también figuran en esta exposición conmemorativa. En la de 1921 no figuró el arte prehistórico gallego, que sí está representado ahora en la muesra conmemorativa mediante un petroglifo que fue encontrado en Samieira por el naturalista y arqueólogo pontevedrés Ramón Sobrino Buhigas. Éste, recordó el director del Museo, inició en 1917 sus estudios, que culminarían en 1935 con el primer gran catálogo de estas manifestaciones artísticas.

En la exposición de 1921 no figuró el arte prehistórico gallego, que sí está representado ahora en la muestra conmemorativa mediante un petroglifo que fue encontrado en Samieira (Poio) por el naturalista y arqueólogo Ramón Sobrino Buhígas

“El petroglifo de Samieira ingresó en el Museo de Pontevedra en 1938 como depósito y en 1947 fue cedido al MAN”, explicó José Manuel Rey.

No todos los centenarios merecen ser celebrados, destacó Eduardo Galán, pero sí el aniversario de esta exposición que permitió visibilizar un arte “que era desconocido para el mundo en general” y descubrimientos como el de la Cueva de Altamira “apenas eran conocidos en 1921”.

La presentación de “Arte prehistórico, de la roca al museo” fue también una oportunidad para demandar que el riquísimo patrimonio arqueológico gallego sea declarado patrimonio cultural de la humanidad e incluido en la declaración de la UNESCO. José Manuel Reyincidió en la importanica de “cuidar y poner en valor” este valioso legado y demandó de las administraciones las “acciones necesarias” para lograr esa declaración.

Precisamente la exposición que hoy abre sus puertas se despide con una sección dedicada los múltiples espacios de la cornisa cantábrica, el arco mediterráneo, Gan Canaria y al núcleo transfornterizo del Duero declarados patrimonio de la humanidad, un mapa en el que, reconoció el director del Museo, “duele que no esté Galicia”.

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