El fruto de los contratos por días en enfermería: el CHOP abre más camas pero sigue sin profesionales
“No recordamos una situación como esta en muchos años”, aseguran las trabajadoras. La presión hospitalaria en Montecelo obliga a la dirección a habilitar diez plazas para ingresos en Cirugía Mayor Ambulatoria

Una concentración de enfermeras ante el Hospital Provincial de Pontevedra. // GUSTAVO SANTOS / Ana López
Ya lo dice el refrán: “de aquellos polvos, estos lodos”. Y así está ocurriendo en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, que adolece por la falta de profesionales sanitarios. Son necesarios más médicos y más enfermeras. Sobre estas últimas, el colectivo lo tiene claro: son las consecuencias de años de “maltrato” laboral con contratos de horas y días. Tanto es así que ahora aunque en el Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, se busca a trabajadores en esta materia, no los hay y los pocos que podrían incorporarse a la actividad no quieren hacerlo.
Tal y como informó ayer el sindicato médico CESM de Pontevedra, en la medianoche del lunes se abrieron diez camas en la zona de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) del Hospital Montecelo para aliviar la presión por ingresos que sufre este centro sanitario. Sin embargo, y como ya ha ocurrido en días anteriores con otras plazas hospitalarias, “ahora tienen que buscar personal de enfermería para que sea funcional”.
Esta siendo uno de los veranos más complicados en años que sufre el área sanitaria, con acumulación continua de pacientes pendientes de hospitalización desde el servicio de Urgencias. Ayer mismo, según CESM, a las ocho de la mañana ya había 18 enfermos aguardando por una cama, de los cuales cuatro eran positivos COVID. “Los ingresos ya no pueden hacerse en los servicios correspondientes, lo que complica mucho más el trabajo de la enfermería y el de los médicos, al tener pacientes mezclados de distintas especialidades por todas las plantas y servicios”, se lamenta el sindicato médico, que indica que “el pasado domingo se puso en una habitación de Oncología a dos pacientes COVID positivos, que correspondían a los servicios de Neurología y Medicina Interna”.
“No hay a quién contratar”
“No recordamos una situación como esta en muchos años. Sí que es cierto que todos los veranos estábamos muy justos, pero es que ahora no haya nadie a quien contratar”, reconoce Emma Rodríguez, secretaria provincial en Pontevedra del sindicato de enfermería SATSE.
¿Cómo se ha podido llegar a este punto? Uno de los principales motivos es que las profesionales ya no quieren trabajar con el Sergas y se encuentran en suspensión de llamamiento.
A ello hay que sumar las consecuencias de las penalizaciones, como que si en dos ocasiones una enfermera renuncia a un llamamiento, es expulsada de la lista. “El propio Sergas se ha puesto palos en las ruedas”, subraya.
"Han pasado muchas cosas durante muchos años, pero el sistema no se ha modernizado"
“Han pasado muchas cosas durante muchos años, pero el sistema no se ha modernizado. El actual pacto de contrataciones es del año 2016, pero es una herencia de hace décadas y apenas ha sido modificado. Se aplica en toda Galicia y en todas las categorías profesionales, excepto la médica”, resume Rodríguez.
“No queremos que nos traten diferente, pero el trato en otras comunidades autónomas no es igual. El problema surgió porque se empezaron a fragmentar mucho los contratos Existe una figura que se llama el ‘pool’ que son llamamientos para días sueltos. Al utilizarse este sistema, la gente que hay no te llega. Entonces llaman a cualquier persona que esté en lista para ello”, explica.
La gran mayoría de las enfermeras de la lista tienen edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, lo que complica terriblemente la conciliación con ese tipo de contratos por días sueltos. “Habitualmente tienen hijos pequeños y les pueden llamar de hoy para mañana o en el propio día con cuatro horas de antelación, ¿quién concilia así? La gente no tiene por qué dejar a sus hijos solos o, simplemente, les resulta más caro desplazarse a según que sitios que quedarse en casa. Es muy retrógrado”, señala.
Un ratio insuficiente
Hay áreas sanitarias que están peor en Galicia, y la de Pontevedra y O Salnés es una de ellas. El ratio de enfermeras aquí es de cinco por cada mil pacientes, mientras que, por ejemplo, en la de Lugo es de seis por cada mil. “Deberían ser al menos ocho o nuevo por millar de pacientes”, recuerda Emma Rodríguez. “Esto es una bola muy grande: las plantillas están muy justas, hay que darles vacaciones, necesitamos gente que venga a sustituir... Es la crónica que de una muerte anunciada. Ya llevábamos tiempo advirtiéndolo”.
"Somos profesionales universitarios y tenemos una responsabilidad sobre el paciente brutal"
Por si fuera poco, el sector todavía arrastra las consecuencias de la incorporación al Plan Bolonia, que supuso, tal y como explica la secretaria provincial de SATSE, la pérdida de una promoción de Enfermería. “Hubo como 600/700 enfermeras que no salieron solo en Galicia, muchísimas más en toda España”.
Respecto a las jubilaciones, el actual Hospital Montecelo comenzó a funcionar a mediados de los 70, lo que supuso la incorporación de una gran plantilla de enfermeras en masa, que ahora comienzan a jubilarse. Son jubilaciones “masivas”.
“Por todo esto nosotras hemos pedido que se aumente el número de enfermeras en las universidades, porque no llegan para cubrir, y pedimos contratos más largos, porque la gente no quiere trabajar a días sueltos, porque hay otros sitios a los que irse que no sea un hospital. El actual sistema es incompatible con la vida familiar. Somos profesionales universitarios y tenemos una responsabilidad sobre el paciente brutal”, concluye Emma Rodríguez.
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM), a través de su Delegación en Pontevedra, denunció ayer que en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Baltar, en Sanxenxo, hubo un solo médico el pasado domingo que “no comenzó hasta las 10 de la mañana”, lo que originó “una acumulación de gente que se veía desde el exterior, ya que aguardaban a ser atendidos en la calle”. Por la tarde y la noche fueron dos facultativos los que realizaron la atención, “pero no dieron abasto”. “A las 21 horas llevaban vistos más de 100 pacientes”, aseguran fuentes de CESM.
Servicio programado de ambulancias
Por otro lado, el sindicato denunció también ayer el “reiterado incumplimiento” del contrato del servicio programado de ambulancias en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, y exige “su resolución inmediata” al gerente, José Ramón Gómez Fernández. En un comunicado, la central sindical indica que “una de las consecuencias de la merma del servicio está directamente relacionada con la reducción de cuatro vehículos con respecto al contrato anterior, que pasaron de 42 a 38, por puro criterio economicista de la Xunta para adjudicar este servicio durante tres años por un importe total de 11.362.010,19 euros”. Pero, además, apunta otra serie de “incumplimientos” relativos a las mejoras de las condiciones técnicas de los vehículos, el envío de mensajes de texto a los usuarios con el tiempo estimado de recogida, el establecimiento de un número determinado de personal para el servicios y el incremento de disponibilidad horaria para el transporte hospitalario urgente, entre otros.
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