Entroido en plena ola de calor

Varios grupos históricos del carnaval gallego y portugués se dan cita en el veraniego Encontro de Entroidos de Vilaboa

Baile de las madamas e galáns de Cobres

Baile de las madamas e galáns de Cobres / Rafa Vázquez

A. S.

Vilaboa

Acostumbrados a ediciones pasadas por agua y con frío en sus fechas habituales del invierno, y en los dos últimos años con los efectos de la pandemia, el Concello de Vilaboa vivió este sábado de modo muy diferente el espíritu del entroido, en una jornada marcada por el calor veraniego y con temperaturas de más de 30 grados. Ha sido en el IV Encontro de Entroidos, una ocasión para que las Madamas e Galáns de Cobres, los anfitriones del evento, saliesen a las calles acompañados por grupos procedentes de distintos puntos de Galicia y Portugal.

Las Bonitas de Sande, de Cartelle.   | // RAFA VÁZQUEZ

Las Bonitas de Sande, de Cartelle. | // RAFA VÁZQUEZ / A. S.

Es el caso de Os Veteranos do Entroido de Cobres, Os do Rancho de Entroido da Feira (Salceda de Caselas), O Fulión e Boteiros (Viana do Bolo), Bonitas de Sande (Cartelle), Pitas de Eiroas (Ourense) y Os Caretos de Lazarim (Portugal). El alcalde de Vilaboa, César Poza, recibió a cada uno de los grupos en Riomaior, adonde llegaron después de hacer un pequeño pasacalles.

Allí, desarrollaron una exhibición de sus trajes tradicionales y danzas, precisamente con el objetivo de promover la transmisión de conocimientos acerca del Entroido y sus costumbres. Con ese espíritu en mente, se contaron historias como la de Bonitas de Sande, de Cartelle, que tiene su origen en la Guerra de Filipinas y su vestimenta destacaba por los mantones de Manila que se pedían prestados a los combatientes para las fechas de Carnaval. La vertiente festiva, por otro lado, contó con las actuaciones de Dakidarría y DJ Gabry, que cerró la fiesta.

Además de la parte estrictamente festiva, el programa del Encontro busca poner en valor la riqueza patrimonial del Entroido, especialmente en el caso de las Madamas e Galáns, cuyo origen se estima anterior al siglo XVIII y está declarado Festa de Interese Turístico desde 1999.

Antes de su inicio, tuvo lugar la inauguración oficial de los murales elaborados por la artista local Alba Troiteiro, que convirtió las columnas de la autopista –a la altura de Riomaior– en una madama y un galán. Ambas son creaciones con unas dimensiones de 20 metros de alto por 5,5 de ancho, en las que Troiteiro, explican los dirigentes locales, fue dándoles forma hasta convertirlas en piezas de arte urbano.

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