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Los médicos prevén “avalanchas” en Urgencias por la mayor resistencia de las nuevas ómicron a la vacuna

“La tasa ahora de infección es muy alta, pero rara vez provoca neumonía”, diferencia el jefe de Neumología del CHOP. Los facultativos de familia recomiendan el uso de la mascarilla en los sitios cerrados y concurridos

La normalidad caracteriza a las calles de Pontevedra desde hace meses. Gente caminando por el centro de la ciudad ayer. // PABLO HERNÁNDEZ

“La situación actual de la pandemia es la esperable tras la retirada de la mascarilla, haciendo vida normal. Hay mucho más contacto y ahora las subvariantes de ómicron que predominan son la BA.4 y la BA.5 y ya han salido varios estudios que aseguran que tienen una resistencia a las vacunas bastante alta”. Son palabras de Adolfo Baloira, jefe del servicio de Neumología del Complexo Hospitalario de Pontevedra sobre el avance del COVID en el área sanitaria.

El especialista se muestra tranquilo con la situación de la pandemia en el sentido de que los casos graves de la enfermedad son cada vez menos, aunque prevé que este verano se va a complicar porque “habrá muchas avalanchas de pacientes en el servicio de Urgencias del Hospital Montecelo”, con las consecuencias que ello tendrá para el normal funcionamiento de la sanidad pública en pleno período vacacional, ya de por sí debilitada con menos personal y el cierre de camas hospitalarias habitual planificado por la gerencia del área sanitaria.

Y esa afluencia de pacientes se deberá, en parte, a que la eficacia de las vacunas con los actuales tipos de ómicron en circulación, comparada con las primeras variantes, es entre cinco y siete veces menor. “Protegen, pero mucho menos. Eso sí, siguen protegiendo bastante contra enfermedad grave, que es lo que más nos preocupa a nosotros. De hecho en el área ahora solo tenemos un paciente en UCI”, destaca el neumólogo.

Solo un 20% de los hospitalizados fueron ingresados en exclusiva por el COVID

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En este sentido, subraya que los pacientes que ingresan “son más con COVID que por COVID, que no es lo mismo”. En cuanto a los que sí tienen que ser hospitalizados por la enfermedad, predominan los de “edades muy avanzadas”.

“Pacientes que ingresen puramente por el virus, sin otras patologías importantes ni edades por encima de los 80 años hay muy pocos. Son, como mucho, un 20% de los que se dan en las cifras oficiales, en las que se incluyen a todos los positivos ingresados”, añade.

Criterio de hospitalización

Adolfo Baloira recuerda que, en general, una vez pasados los seis meses de la última vacuna su “eficacia se va perdiendo un poco” y aclara que es “la eficacia para detener la enfermedad, no para su gravedad, eso se ha visto que con 11 meses se mantiene bastante alta”.

Estas nuevas subvariantes de ómicron “son bastante más contagiosas pero raramente producen neumonía, es más malestar general, fiebre elevada, dolor de garganta... pero casi nunca bajan de esta hacia abajo”, tal y como recalca el neumólogo.

“La tasa ahora de infección es muy alta como enfermedad leve, pero rara vez provoca neumonía”, recuerda. “Estos días estamos dando de alta a pacientes que habían sido ingresados el día anterior porque no tenían ningún criterio de riesgo”.

"Estamos dando de alta a pacientes que son ingresados el día anterior porque no tienen ningún criterio de riesgo"

Adolfo Baloira - Jefe de Neumología del CHOP

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Respecto al debate de si será necesaria una cuarta dosis de la vacuna este otoño, Adolfo Baloira considera que “es un tema complicado”. “Pfizer prácticamente ya tiene diseñada una vacuna que protege más intensamente contra las dos últimas variantes de ómicron. En cuanto esté aceptada, esa sí sería una buena vacuna para poner. Mi opinión es que vacunar masivamente a la población con una cuarta dosis como las que ya hemos recibido no está claro que sea demasiado eficaz”, manifiesta.

“Mientras no tengamos nueva vacuna contra las últimas subvariantes, el consejo es que la gente utilice la mascarilla en lugares cerrados concurridos”, apunta.

Y su recomendación tiene lugar porque advierte de que este verano “va a haber muchísimo trasiego de gente y mucho contacto”. “Habrá muchas avalanchas en los servicios de Urgencias, es muy probable”.

“Algunos van a UCI y mueren”

El consejo de Adolfo Baloira sobre la precaución en el uso de las mascarilla es compartido por el resto de profesionales sanitarios como los médicos de familia. Es el caso de Carlos Názara, médico en el centro de salud de Marín y especialista en Medicina Interna y de Familia.

“La vacunación ha hecho su efecto, pero lo que estamos viendo es que esto es explosivo, con una gran cantidad de casos; la mayoría, efectivamente, son leves, pero también los hay de carácter hospitalario, y algunos de ellos derivan en UCI y mueren. Lo que pasa es que si a la muerte la vemos como simples números y las personas pasan a contarse como piedras...”, se lamenta el doctor, que, por otro lado, entiende que la población en general se haya relajado y adaptado a la nueva situación.

En cuanto a los pacientes que acuden a su consulta en Atención Primaria, lo hacen con síntomas banales. “El principal es dolor de garganta, como si tuvieran agujas molestándole; alguno con febrícula, 37 o 37 y medio de fiebre, algo de tos y cansancio. Otros vienen, prácticamente, asintomáticos, con un poco de dolor de cabeza”, resume.

"La vacunación está haciendo su efecto, pero lo que estamos viendo es que esto es explosivo"

Carlos Názara - Médico de familia

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Pero recuerda que los enfermos crónicos, como los que presentan patologías cardíacas, “lo pasan mal”. “Ahora son los menos, no como al principio, con síntomas mucho más floridos. En mi cupo solo he tenido que ingresar a una persona”, señala Názara, que lo atribuye al refuerzo que da a sus pacientes con vitamina D “porque está demostrando su potencialidad en la mejora de la inmunidad contra los procesos víricos”.

Respecto a las perspectivas del verano, advierte de que “siempre que haya aglomeraciones va a haber brotes, como ha pasado en las últimas semanas”, lo que complicará la actividad sanitaria, “con pocos efectivos por las vacaciones y con bajas por jubilaciones sin cubrir”. “Las plantillas tanto en Atención Primaria como hospitalaria van a estar mermadas, así que a ver qué va a pasar”, dice preocupado. “Tenemos que hacer vida normal tomando precauciones; tener sentido común. La mascarilla en momentos puntuales ha demostrado su efectividad y la higiene de manos también. No hay más”.

1.671 casos activos y 79 hospitalizados

El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés cuenta con 1.671 casos de COVID activos, una cifra que supone cinco veces más que los que presentaba hace un año, cuando comenzaba el mes de julio de 2021.

Hay, según la información facilitada por el Sergas, 79 personas hospitalizadas positivas en el virus, de las cuales dos se encuentran en la Unidad de Cuidados Críticos de Montecelo. 

Desde que se declaró la pandemia en marzo de 2020 se han contagiado en el área 73.970 personas, de las cuales cerca de 72.000 ya han superado el virus. El resto o bien lo están pasando actualmente o bien fallecieron por complicaciones con el mismo, 301 hasta el momento, la mayoría personas de avanzada edad y con patologías previas.


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