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Cerponzóns se vuelca con un vecino al que derribaron su casa con todo dentro

Manuel Gallego no entendió la orden de derribo y se encontró con las excavadoras en su propiedad, sin tiempo ya para sacar sus pertenencias ELos vecinos piden ayuda por Bizum

Manuel y Laura delante de los escombros a los que quedó reducida su casa. RAFA VAZQUEZ

Prácticamente sin nada se ha quedado Manuel Gallego Fariña, de 67 años, después de que se ejecutara una orden de derribo de su casa sin que él tuviera conocimiento de la misma. Así lo relatan su hija Laura y algunos de sus vecinos, que se están volcando con ellos para encontrar una solución lo más rápida posible.

“Llegaron más de 20 personas y echaron a mi padre de la casa. Lo tiraron al suelo, se hizo daño, y se lo llevaron esposado, se pasó todo el día en comisaría”, explica Laura, que vive con su padre en el lugar de Leborei, en Cerponzóns. “Nuestro abogado no sabía que iban a venir a derribar la casa. Nos pusieron los electrodomésticos y algunos muebles fuera y la derribaron, no tenemos ninguna ayuda, estamos en la calle”, lamenta la joven.

Algunos vecinos están consternados con este caso, ya que Manuel es un hombre muy querido en el lugar. “Es una persona sencilla y discreta y muy trabajadora”, lo califica Celso, que explicó que “él no sabe de urbanismo. Si le llegó la orden de derribo, tampoco la entendería. Llegaron las fuerzas de seguridad y las excavadoras y no le dieron opción. Como tampoco sabíamos nada no hubo movilización para, al menos, retrasar el derribo y que pudiera coger sus cosas, porque no le dejaron sacar de la casa prácticamente nada”.

La casa de Manuel Gallego se construyó hace alrededor de 30 años en Leborei y la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) ordenó su derribo hace aproximadamente 15 porque tras realizar algunas reformas, como forrarla de piedra, la consideraron obra nueva. “Manuel es albañil, trabajó muchos años en Suiza, y le gustaba ir retocando poco a poco cosas en su casa. La reformó él mismo”, explican los vecinos.

“Los vecinos nos están echando una mano, a ver si podemos solucionar algo”, comenta Laura Gallego, que a petición de estos ha puesto a su disposición un número de cuenta y un teléfono móvil para recibir ayuda económica mediante transferencia bancaria o Bizum. ES0920805154423040022985 es el número de cuenta y el de teléfono es el 625817084.

Ahora Cerponzóns se está volcando con esta familia y el pueblo confía en contar también con la colaboración del alcalde. “Manuel es una persona muy sencilla, no le gusta pedir ayuda ni que se le vea como una víctima, por eso casi nadie se ha hecho eco de su situación. Somos los vecinos los que nos estamos movilizando como podemos para tratar de ayudarle”, señala Celso, que lamenta que Manuel y su hija estén viviendo actualmente en un cobertizo que tienen al lado de la casa, en el que están también algunos de sus animales.

Manuel y Laura en el galpón en el que viven ahora. | // RAFA VÁZQUEZ

Manuel y su hija viven ahora en un cobertizo

Tras el derribo de su casa con prácticamente todas sus pertenencias dentro, Manuel y su hija Laura se trasladaron a un cobertizo que tienen en su terreno que hasta hace poco ocupaban sus animales. “Estamos en la cuadra con los animales para vigilar los muebles y los electrodomésticos que nos sacaron fuera, para que no nos los roben”, explica Laura, que añade que “llevan todos estos días en la calle, bajo la lluvia, algunos tapados con un poco de plástico. No queremos que nadie se los lleve porque es lo único que pudimos salvar de nuestra casa”. Manuel se ha quedado prácticamente sin nada. Ayer mismo un vecino se acercó a ayudarle a talar un árbol porque no tenía ni siquiera herramientas. Todas sus cosas, sus recuerdos y mucho esfuerzo y trabajo se han quedado reducidos a escombros. Los vecinos piden colaboración para encontrar una solución lo más rápida posible al difícil momento que está viviendo esta familia de Cerponzóns.

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