Otra vez el GPS juega malas pasadas a los conductores. Si los vecinos de Leborei, en Cerponzóns, sufren de forma constante el paso de camiones y vehículos por estrechos viale y muchos de ellos quedan atascados, en Combarro tampoco se libran de este fenómeno.

El turismo de dos turistas extranjeras quedó atrapado en la tarde del martes en pleno centro histórico de la localidad. El GPS llevó a las dos visitantes hasta las inmediaciones de la iglesia de San Roque, por calles angostas y estrechas. Pero ya no pudieron salir de allí.

Tal y como subraya la Policía Local de Poio, el punto donde quedó atascado el coche es un "lugar de difícil acceso por la estrechez de la calle", y recuerda que "las dos turistas no conocían la zona e intentaban visitar Combarro; a pesar de las señales de prohibición y del difícil acceso, siguieron conducido hasta quedar atascadas".

Fue necesario usar una grúa y "mil maniobras" para retirar el coche.