La obra del Hospital Público Gran Montecelo, en Pontevedra, acaba de iniciar una nueva fase de alta exigencia técnica en su construcción, en la que el edificio cambia por completo su geometría y el sistema estructural. Esta nueva etapa en la ejecución supone un nuevo hito en este proyecto estratégico de la Xunta, con el inicio de la construcción de la torre de hospitalización, que cambiará por completo la fisonomía del edificio.

De este modo, la ejecución de las obras entran en la fase en la que el nuevo edificio cambia de geometría y pasa de la forma rectangular que adoptan los pisos inferiores (sótano, planta baja, primera, segunda, tercera y cuarta), a la forma de ‘ Z’, que lucirá esta torre de hospitalización en los cinco pisos superiores, del quinto al noveno. La actuación entra así en una fase trascendente, ya que el cambio de geometría exige una transformación radical en el sistema estructural del edificio.

Las obras del Gran Montecelo cumplieron en mayo un año de ejecución y están desarrollándose en los plazos previstos, tras el desvío del gasoducto y la entrada en servicio de sus redes de un kilómetro de longitud, y el final de los trabajos de la estructura de base.

Esto permite iniciar en las próximas semanas a construcción de la torre de hospitalización, después de darse por finalizada la cimentación de dos de las tres ramas de la ‘ Z’, en la que solo resta la de la zona más próxima al hospital actual. El proyecto llega así a su punto de inflexión, con el el cambio disruptivo de diseño entre las plantas inferiores y las superiores.

Con el inicio de la construcción de la torre de hospitalización, el gran Montecelo comenzará a mostrar una de sus huellas más personalizada, la de la disposición en ‘ Z’ que perpetuará y caracterizará la visión del edificio desde el exterior. Será el primer hospital de Galicia con este peculiar diseño arquitectónico, en un sector asistencial en el que predominan las formas rectangulares con una torre en vertical o varias unidas por pasarelas.

Recreación en la que se puede apreciar el modelo en forma de "Z" de la torre de hospitalización que se comienza a levantar ahora Xunta

A este respeto cabe destacar que el diseño arquitectónico cobra también protagonismo en el proyecto de construcción del Hospital Público Gran Montecelo, junto con la funcionalidad y la eficiencia tan características de las construcciones hospitalarias de nueva generación. En esta actuación, la imagen y la proyección exterior tienen peso y definen un estilo de edificación que se desmarca y que rompe con los estereotipos existentes dentro del ámbito sanitario.

La técnica de grandes puentes y de aeropuertos

El sistema por el que se optó en esta obra de legado, que va a convertir al área sanitaria de Pontevedra y O Salnés en gran referente de modernidad y vanguardia, recibe el nombre de “loseta de transición postesada”. Esta solución técnica se emplea habitualmente en puentes de grandes vanos y, en edificación, en espacios de muchas y amplias luces, como aeropuertos, centros culturales, recepción de hoteles o edificios en los que prima la arquitectura muy visual.

La principal ventaja del postesado es que resuelve situaciones de distancia entre pilares o de cargas que no están en la misma vertical, como es el caso de la obra del Hospital Público Gran Montecelo. En la planta quinta se produce un cambio en la disposición de la retícula de los pilares, que deben adaptarse a la nueva forma en ‘ Z’ del edificio, partiendo de la disposición rectangular de los pisos inferiores, y también a la distribución de las habitaciones en la torre de hospitalización, a partir de un corredor central funcional.

De este modo, en el quinto piso, el sistema estructural del edificio cambia por completo. Coincide con el que técnicamente se denomina “nivel de transferencia”, ya que es el punto en el que la carga de los pilares de las plantas superiores se transfiere a los de los pisos inferiores, que no están en la misma vertical.

El Gobierno gallego continúa progresando en las obras del Hospital Público Gran Montecelo, cuya primera fase cuenta con una aportación autonómica de más de 130 millones de euros. En su conjunto, el Gobierno gallego invertirá 155 millones de euros para dotar Pontevedra y su área de un hospital de referencia.