El mes de mayo y la primera semana de junio comenzaron con algunas lluvias en la comarca de Pontevedra pero estas no fueron lo suficientemente intensas y persistente para aliviar un sistema hídrico que lleva ya en situación de prealerta por la sequía desde el pasado mes de febrero.
De hecho, desde la Xunta indican que mayo ha sido un mes especialmente anómalo en cuanto a lo que respecta a las precipitaciones, con valores muy por debajo de lo habitual. Junio comenzó con cierta esperanza y en Pontevedra se recogieron en la primera semana de este mes 32 litros por metro cuadrado, es decir, muy cerca del total de 37 litros por metro cuadrado que cayeron en la ciudad en todo el mes anterior. Pero esto no llegó para recargar los ríos. Ni tan siquiera para mantener estable su caudal.
Así, por ejemplo, el Lérez vio como su caudal medio fue descendiendo paulatinamente a lo largo del mes pasado pese a estas lluvias. Si el 11 de mayo su caudal medio era de 10,2 metros cúbicos por segundo, ayer esta cifra era de apenas 5 metros cúbicos por segundo.
Si el 11 de mayo el caudal medio del río era de 10,2 metros cúbicos por segundo, ayer esta cifra era de apenas 5 metros cúbicos por segundo
La Oficina Técnica da Seca de la Xunta confirmó, en su última reunión del pasado 8 de junio, que el caudal medio de los ríos está a un 46% por debajo de los valores habituales. Sin ir más lejos, el Lérez, el pasado año a día 11 de junio bajaba con un caudal medio de 11,6 metros cúbicos por segundo, es decir, más del doble de los 5 metros cúbicos de ayer.
Pontevedra cuenta con la reserva del Pontillón, que está al 86,3% de su capacidad, pero la situación de este río y de los del resto de la cuenca Galicia-Costa ya preocupa a las autoridades.
Prudencia
Así lo explicaba, en declaraciones a Europa Press, la directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, quien reconoce que “en Galicia-Costa no hay síntoma de escasez para abastecer agua, pero estamos a principios de junio y tenemos niveles en los caudales de los ríos como si estuviésemos en agosto”, alertó. Salvo en marzo, las precipitaciones han sido prácticamente inexistentes y las próximas semanas de junio se alerta de un episodio de calor, cuyos efectos ya se empezaron a comprobar ayer mismo.
"En Galicia-Costa no hay síntoma de escasez para abastecer agua, pero estamos a principios de junio y tenemos niveles en los caudales de los ríos como si estuviésemos en agosto”
Es por ello que Gutiérrez explica que “la situación es preocupante” porque “no se sabe si los caudales se van a recargar” y que por ello hace un llamamiento a “gestionar, ha realizar un uso moderado del agua”. Apeló tanto a la responsabilidad individual como de los ayuntamientos.
Ante la previsión de un verano seco, señala esta necesidad de ser “prudentes individual y colectivamente”.
Las máximas por encima de los 30 grados llenan las playas y hoy se prevé llegar a los 32
Tras las jornadas de inestabilidad que caracterizaron los primeros días de junio llegan ahora las altas temperaturas lo hacen con el aviso en todo el territorio del Estado de una ola de calor que bate récords en cuanto a su anticipación, debido a la altura del año en la que nos encontramos. En Pontevedra, este ascenso de las temperaturas se dejó notar ayer con máximas que superaron los 30 grados precisamente en la capital de la provincia, con 30,3 que alcanzó el mercurio en la estación de Lourizán. A los 30 grados también se llegó en Campolongo y en otras zonas del litoral la sensación también fue de calor y bochorno aunque las máximas marcasen menos temperatura, como 28,3 en Sanxenxo o los 27,8 del Puerto de Marín.
Para hoy las previsiones son incluso de mayor calor. Para la ciudad de Pontevedra se calcula que las máximas puedan llegar a los 32 grados con cielos despejados toda la jornada. Mañana se llegaría a los 33 de máxima y el martes remitiría un poco el calor aunque con 29 de máxima.
