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El macrojuicio a la red de narcos galaico-turco-albanesa se zanja con la confesión de 16 acusados

Reconocieron traficar con heroína que llegaba a Galicia vía Madrid y aceptaron penas de entre cuatro y cinco años para los cabecillas

Los acusados en el macrojuicio celebrado ayer en la Audiencia de Pontevedra. | // RAFA VÁZQUEZ

Un acuerdo de conformidad zanjó ayer en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra un macrojuicio por narcotráfico. En el banquillo se sentaron 16 personas acusadas de colaborar de distinta forma y en diferentes grados de implicación en la distribución de droga por toda la provincia y la comunidad autónoma gallega. Concretamente, se trataba de heroína, llegando la Guardia Civil a incautarse, en el conjunto de la operación, más de seis kilos (una vez reducida la droga a su pureza) en distintas actuaciones que se produjeron tanto en la provincia de Pontevedra, como en Ourense y en Madrid. En la capital se logró llegar a los suministradores de la droga, entre ellos personas de nacionalidad turca y albanesa.

Uno por uno, los acusados fueron reconociendo los hechos que le imputaba el Ministerio Fiscal, que a su vez redujo sensiblemente las penas que solicitaba inicialmente al aplicar las circunstancias atenuantes de dilaciones indebidas y confesión tardía.

Las penas más altas, para los hombres que ocupaban los lugares de más responsabilidad en la organización: José R. R. asumió penas que alcanzan los cinco años de prisión (cuatro años y 8 meses por tráfico de drogas y 4 meses más por integración en grupo criminal). José D. D. también aceptó cuatro años y 8 meses de cárcel, mientras que Benito F. F. se conformó con una condena de 4 años y 5 meses de prisión por tráfico de drogas.

Se interceptaron diversos envíos de heroína, incautándose en total de unos seis kilos reducida a pureza

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Gladys E. G. aceptó tres meses por integración en grupo criminal y un año y 9 meses como cómplice del delito contra la salud pública, mientras que Mari Luz C. asumió una pena de dos años de prisión.

Otra de las penas más altas fue para Óscar R. Q., que será condenado a 4 años de prisión. Joaquín E. R. aceptó 4 años y tres meses y Safer K. 4 años y 6 meses de cárcel, además de otros seis meses por dos delitos de falsedad documental, dado que tenía en su poder documentos de identidad falsificados.

José María V. P. también confesó y asumió 4 años de cárcel y Concepción R. P. se conformó con un año y 9 meses como cómplice del delito de tráfico de drogas.

Dizteri M. asumió 4 años y 4 meses por narcotráfico, a los que tendrá que sumar 8 meses por tenencia ilícita de armas, dado que se le encontró una pistola. Vera L. será condenada a un año y 9 meses de cárcel, Jon P. cumplirá cuatro años de prisión mientras que Jesús M. L. un año y seis meses. Por último, Oscar Manuel F. U aceptó 1 año y 9 meses de cárcel. Todos ellos deberán afrontar importantes multas que en el caso de Joaquín E. R., por ejemplo, alcanzan los 450.000 euros.

La Audiencia y la Fiscalía logran dar así carpetazo a un complejo asunto que se remonta a 2016 y que acabó siendo investigado por el juzgado de Cangas (en donde residían algunos de los implicados) tras una batalla con la Audiencia Nacional por la competencia del caso, al tener ramificaciones la organización en distintos puntos de la provincia de Pontevedra y Madrid.

Concretamente, en la ciudad de Vigo se logró desmantelar un laboratorio en unas cocheras de la calle García Barbón que se utilizaba para adulterar la heroína que recibía la organización. En el sexto piso de dicho edificio de aparcamientos tenían una plaza de garaje que se empleaba para la recepción de la droga por parte de los proveedores y el pago de su precio, mientras que la cochera del segundo piso era donde tenían montado este laboratorio con prensas hidráulicas, cintas de embalaje, moldes, productos químicos y sustancia de corte para adulterar la heroína que luego distribuían.

Uno de los grupos que formaban parte de la red contaban con un laboratorio en unas cocheras de Vigo

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Entre julio de 2016 y enero de 2017 el equipo ECO Galicia de la Comandancia de Pontevedra logró documentar e interceptar varios envíos de estupefaciente, como uno que se encontró en estas mismas dependencias del Instituto Armado a orillas del Lérez en un habitáculo oculto de un vehículo que circulaba por la carretera de Vilagarcía.

Otra gran incautación se produjo en la A-52 en la provincia de Ourense, cuando los agentes hallaron en un habitáculo reservado a la rueda de repuesto 21 paquetes con heroína, que una vez reducida su pureza alcanzaba un peso de 4,5 kilos y 459.000 euros de valor en el mercado ilícito.

Falta un acusado

Con todo, queda un pequeño fleco pendiente en toda esta macrooperación que se resolverá, con toda probabilidad, el próximo martes. Uno de los acusados en este proceso, Francisco Javier N. R., no pudo asistir ayer al juicio de forma justificada. Por lo que será juzgado por separado la semana próxima.

Ahora la Sección Cuarta de la Audiencia dictará sentencia en los términos acordados entre la Fiscalía y los acusados, un fallo que será firme dado que las partes reconocieron su voluntad de no recurrirlo.

Destaca el fiscal en su escrito que los acusados adoptaban “complejas medidas de seguridad” a la hora de comunicarse como por ejemplo, la adquisición, empleo y renovación constante de teléfonos portugueses, la comunicación frecuente a través de cabinas telefónicas y el mantenimiento de sus reuniones en el interior de vehículos.

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