Movilización masiva la que tuvo lugar ayer en la concentración en Cerdedo-Cotobade contra los parques eólicos de Porto Vidros y Campo das Rosas, dos proyectos que salieron hace más de un año a exposición pública, presentándose numerosas alegaciones en contra que todavía no fueron contestadas. Conocedoras del avance en la tramitación de los expedientes, diferentes asociaciones y los vecinos de las zonas afectadas salieron a la calle para pedir a la Xunta de Galicia que tenga en cuenta su opinión en una cuestión que puede tener muchas consecuencias negativas.

Las Comunidades de Montes Veciñais en Man Común de Quireza, Pedre, Chamadoira, Corredoira y San Bernabé, propietarias de los terrenos afectados, acordaron en sus respectivas asambleas rechazar la construcción de estas instalaciones eólicas por suponer un grave perjuicio para la vida en sus aldeas. Los propietarios y vecinas de casi la totalidad del territorio afectado han manifestado que no quieren que se lleven a cabo estos proyectos, apuntando que “tendrán consecuencias muy negativas para nuestra vida por motivos como la excesiva cercanía de los aerogeneradores a las viviendas, con molinos de 163 metros de altura a 520 metros de distancia de las casas, como ocurre en Cuíña. Esto conllevará ruido, efecto parpadeo y sombras, impacto paisajístico y, por consiguiente, pérdida de calidad de vida y perjuicios a la salud”.

También señalan que afectarán a “los manantiales y traídas que abastecen a las aldeas”, así como a “las grandes extensiones de suelo y vivienda afectadas por las poligonales de los parques eólicos” y “el despliegue de líneas eléctricas de alta tensión rodeando los núcleos de población, entre otros”.

La intención de las comunidades de montes, asociaciones vecinales y grupos políticos con representación en la Corporación Municipal de Cerdedo-Cotobade es seguir el mandato recibido por el vecindario, “por lo que hacemos así frente común y solidario para defendernos de esta agresión medioambiental y contra la vida en el rural”.