El servicio de Pediatría del Complexo Hospitalario de Potnevedra (CHOP) celebra estos días las V Jornadas sobre Infecciones Perinatales, centradas en aquellas que se transmiten al recién nacido desde el período embrionario hasta el neonatal. Son enfermedades como la toxoplasmosis, la rubeola, la hepatitis B, la sífilis, la enfermedad de Chagas, el zika e incluso el SARS COV-2. Más de un centenar de profesionales sanitarios y expertos se dan cita en el Liceo Casino de Pontevedra y el presidente del comité organizador es el jefe de Pediatría del CHOP, el doctor José Antonio Couceiro Guianzo.
– Es la quinta edición de estas jornadas, ¿por qué son tan necesarias?
– Estas reuniones se han celebrado siempre en Pontevedra. Esta es la quinta edición de las Jornadas sobre Infecciones Perinatales, que convocamos con una periodicidad bianual y que ha sido modificada en virtud de los condicionamientos relacionados con la pandemia del COVID. Esta edición de 2022 correspondería habitualmente a la del año pasado, que no pudo realizarse. Estamos ocupándonos del manejo de infecciones que se producen durante el período gestacional y que pueden repercutir en el desarrollo y crecimiento del futuro recién nacido en varias fases del embarazo, desde el embrionario hasta el fetal. Además de tener importantes repercusiones sobre la mortalidad también lo tiene sobre distintos aspectos de morbilidad, que muchas veces está relacionada con trastornos del neurodesarrollo y sensoriales.
En general son enfermedades poco frecuentes, pero que tienen una enorme repercusión sobre la salud del recién nacido
– En las jornadas están presentes profesionales sanitarios de diferentes especialidades...
– Están implicadas especialidades como la oftalmología o la otorrinolaringología, pero también microbiólogos, ginecólogos, obstetras, pediatras, neonatólogos, especialistas en enfermedades infecciosas pediátricas, en la atención del recién nacido e incluso de la madre durante la gestación para la mejor medicina anticipatoria y con el fin de poder ofrecer tratamientos precoces y disminuir así las consecuencias que puedan tener estas infecciones.
– Son muchas las enfermedades que se pueden transmitir al recién nacido, ¿hay algunas más graves en las que haya que incidir más?
– En general son enfermedades poco frecuentes, pero que tienen una enorme repercusión sobre la salud del recién nacido y ese es fundamentalmente el interés. Somos conscientes de que una opción de mejora en la detección de estas infecciones, de manera que podamos ofertar mejores resultados con los nuevos avances en prevención y tratamiento. Se trata de concienciar a la propia sociedad de que existen estas infecciones y a todos los sanitarios que están implicados en el cuidado de la mujer gestante y del recién nacido.
La incidencia de la toxoplasmosis ha disminuido en la población, aunque es más frecuente de lo que detectamos
– Entre las enfermedades de transmisión perinatal más conocidas figura la toxoplasmosis, ¿es la más frecuente?
– Hay que diferenciar la infección gestacional de la congénita. La incidencia de la toxoplasmosis ha disminuido en la población, aunque es más frecuente de lo que detectamos, porque muchas de estas infecciones en el recién nacido son asintomáticas. Incluso siendo así, un porcentaje significativo de los casos puede llegar a tener repercusiones sobre distintos aparatos: capacidad visual, auditiva... que se producen a medio e incluso largo plazo. Exigen una detección y un seguimiento, así como un tratamiento.
– ¿Con qué infecciones hay más riesgo de que el bebé ya nazca muerto?
– Muchas de estas enfermedades pueden estar implicadas en la etiología de la mortalidad neonatal o mortinato. En muchas ocasiones los estudios no nos revelan los datos que necesitamos para saber exactamente en cuántos de estos casos están implicadas infecciones como las que nos han llevado a celebrar estas reuniones. Probablemente haya una infraestimación de la causa de mortalidad.
Nosotros abogamos por la importancia que tiene mantener en todo el Estado los programas de cribado de enfermedades infecciosas que puedan transmitirse al embrión o al feto
– Llama la atención que ya se incluya en estos estudios al SARS COV-2...
– Lógicamente, existe un especial interés por determinar con la mayor claridad la repercusión que puede tener la infección con SARS COV-2 en la mujer gestante y en el propio recién nacido. En estas reuniones tratamos la infección vertical, la que se transmite de la madre al hijo durante la gestación, pero también la horizontal, incluso después del parto y el período de lactancia. Con el COVID uno de los temas más interesantes en estudio es la posibilidad de la transmisión vertical. Ha habido casos de transmisión horizontal durante el primer mes de vida, si bien la mayoría han sido de gravedad leve moderada y con afectación respiratoria o digestiva.
– ¿Cuál es el papel de los programas de detección prenatal?
– Nosotros abogamos por la importancia que tiene mantener en todo el Estado los programas de cribado de enfermedades infecciosas que puedan transmitirse al embrión o al feto. También instar a todos los que estamos implicados a participar en el registro que permitan tener datos epidemiológicos más precisos y optimizar esas medidas de cribado para instaurar tratamientos valorando los resultados finales.
