A falta de dos años para que finalicen las obras, según el calendario que maneja la Xunta, el Servizo Galego de Saúde (Sergas), ya comienza a planificar la dotación de equipamiento clínico del futuro Gran Montecelo, el hospital único que agrupará en una sola ubicación toda la atención sanitaria hospitalaria de la ciudad, ahora repartida en tres edificios.
De este modo, el Sergas ya trabaja en la contratación de una empresa especializada que se encargue de determinar qué material tendrá que adquirir y qué equipos ya existentes podrá aprovechar para su traslado al complejo en obras desde hace un año. El futuro hospital único elevará su superficie construida a 118.500 metros cuadrados, ampliará el número de camas a 720, con veinte quirófanos, 280 consultas y gabinetes de exploración, 117 salas de urgencia y 162 puestos de hospital de día, todas ellas cifras muy superiores a la dotación actual.
Es evidente que con este crecimiento, más las nuevas especialidades que se quieren implantar, el Sergas tendrá que adquirir para Pontevedra un amplio volumen de equipamientos clínicos nuevos, pero su objetivo es aprovechar en lo posible todo el aparataje ya existente. Con un presupuesto de 82.000 euros, una empresa especializada dispondrá de seis meses para decidir qué hay que comprar y qué es aprovechable. Así se establece en el concurso que acaba de publicar el Sergas, con el objetivo de realizar un “análisis del inventario existente en las diferentes sedes del CHOP: Montecelo, el Hospital Provincial y el centro de especialidades de Mollavao. Tras ese censo, habrá que “identificar los equipos que se trasladarían al nuevo hospital”, además de elaborar “la dotación potencial necesaria” y determinar la “nueva adquisición”, con una relación del equipamiento preciso y su importe estimado de compra.
Las obras de ampliación de Montecelo comenzaron hace un año, a principios de mayo de 2021, y la finalización se plantea para “el primer trimestre de 2024”, según se detalla en el documento para definir su material clínico. Para este objetivo, la empresa elegida debe disponer de personal “con amplia experiencia en proyectos similares y con amplio conocimiento del mercado tecnológico hospitalario”. Pero además, tendrá que trabajar en estrecho contacto con los diferentes servicios “para identificar el equipamiento susceptible de ser trasladado al nuevo hospital”.
"Este equipamiento es numeroso y de tecnologías variadas”. Por ello, “la calidad y acierto de estos trabajos es fundamental para el buen funcionamiento futuro y para iniciar la actividad asistencial y programar la dotación económica de compra”.
A continuación se elaborará “una propuesta de dotación a adquirir”, listado que “se revisará con cada uno de los servicios destinatarios para que también los profesionales participen en esta fase”. En la documentación el Sergas deja claro que “este equipamiento (el nuevo y el ya existente) es muy numeroso y de tecnologías variadas”. Por ello, “la calidad y acierto de estos trabajos son fundamentales para el buen funcionamiento futuro, así como para cumplir los plazos de inicio de la actividad asistencial y programar la necesaria dotación económica para la compra del mismo”.
Con la ejecución de la ampliación del hospital de Montecelo, este futuro edificio se destinará a la actividad quirúrgica y asistencial habitual, mientras que el inmueble sanitario actual quedará reservado para cirugía mayor ambulatoria o consultas externas, entre otros. Por ello, quirófanos y otros equipamientos, se trasladarán de la sede vieja a la nueva. El actual Montecelo tiene definido su destino, pero no así los otros dos complejos que quedarán vacíos con la mudanza: el Provincial y la Casa del Mar de Mollavao.
Si bien es cierto que aún faltan dos años de obras en Mourente y después habrá que afrontar el equipamiento clínico y sanitario antes de trasladar a profesionales y pacientes, la Xunta aún no ha aclarado qué pasará con las instalaciones que queden vacías. En varias ocasiones se ha asegurado que el Hospital Provincial y la Casa del Mar de Mollavao tendrán “nuevos usos” que, en todo caso, estarán relacionados con los “servicios sociales” y tendrán carácter público.
La Casa do Mar de Mollavao cumplirá en septiembre próximo 37 años como centro de asistencia especializada. En 1985 se inauguraba como centro del Insalud por parte del entonces ministro de Trabajo y Seguridad Social, Joaquín Almunia, y el director general del Instituto Social de la Marina, Constantino Méndez. Por ello, se ha apuntado también que en el futuro de este inmueble también estaría implicado el Gobierno central.
Un viejo plan para restaurar el Provincial
Hace cinco años, en 2017, el entonces conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, anunciaba que la intención de la Xunta, en aquella época, era derribar las partes añadidas al Hospital Provincial en la década de los setenta para poner en marcha adecuadamente el futuro uso del edificio. Se trata de zonas del inmueble que “no entran dentro de la estructura” original y que se fueron anexionando para aumentar la capacidad asistencial del viejo hospital, un edificio de más de 120 años de antigüedad. “Es un edificio noble al que queremos darle una finalidad”, aseguraba entonces Almuiña, que mencionaba también la opción de la residencia geriátrica pública para personas dependientes, una opción “hablada” con Política Social. Asimismo, avanzaba que las instalaciones se destinarían, además de a este uso social, a “alguna actividad sanitaria”. Añadía que “lógicamente, será una actividad mucho menor que la que tiene actualmente el hospital”. Una de las ideas era ubicar el punto de donación de sangre en el interior del hospital y no en un módulo separado, como actualmente.
