El Puerto de Marín mantiene una importante actividad en la recepción y distribución de mercancías esenciales para los consumidores finales, a pesar de los problemas derivados de la guerra de Ucrania, la crisis de los suministros y los conflictos en los puertos de China. De hecho, la actividad del Puerto durante los primeros meses del año 2022 está afianzando el papel de la rada como centro logístico para este tipo de mercancías.
Al igual que sucedió durante los momentos más duros del confinamiento y de la pandemia, el Puerto de Marín se revela como un nodo estratégico para garantizar la continuidad de la cadena logística que abastece los mercados. Ejemplo de ello es el crecimiento continuo en el movimiento de graneles agroalimentarios, un producto clave para el suministro de las granjas y explotaciones ganaderas de Galicia y pieza fundamental para asegurar a los consumidores finales las existencias de carne, huevos y productos derivados.
En el primer trimestre del año, los graneles sólidos crecieron cerca de un 5% superando las 200.000 toneladas descargadas hasta marzo a pesar del conflicto en Ucrania, uno de los principales países exportadores de cereal. Mayo está siendo otro buen mes en el capítulo de cereales y sus harinas y esta misma semana habrá dos graneleros operando la descarga de 70.000 toneladas más de esta mercancía.
En la logística de esta mercancía juega un papel fundamental el ferrocarril, ya que una de las grandes ventajas competitivas del Puerto de Marín es la posibilidad de realizar transportes combinados buque-tren. Así, cada día sale de media un tren cargado de cereal para las granjas gallegas que luego a su vez abastecen de carne a los mercados de consumo diario.
Otra de las mercancías esenciales para el entorno que está siendo sostenida por la industria ubicada en el Puerto de Marín es la de la pesca, tanto en su variante fresca como congelada. Precisamente esta semana coincidieron en puerto varios buques congeladores abasteciendo de pescado a las plantas de almacenamiento y elaboración de productos congelados: entre ellos los buques “Frio Mogami” con 1.200 toneladas, “Frio Las Palmas” con más de 2.000 toneladas o el “Lodairo”, pesquero de bandera española que descargó 1.100 toneladas en el Muelle Comercial Sur, los tres procedentes de sus respectivos caladeros.
A esto se le suman otras mercancías esenciales que llegan al Puerto en contenedor, como otros productos refrigerados o conservas de todo tipo.
Fuera de la cadena alimentaria, el Puerto también está creciendo en tráficos muy importantes para la industria de la zona que sostiene gran parte del empleo de la comarca. Así, en los tres primeros meses del año crecen los productos siderometalúrgicos o el tráfico de componentes eólicos que junto con la exportación de pasta de papel de la factoría de Ence son tres piezas fundamentales para la actividad económica de la zona, según expone la Autoridad Portuaria que preside José Benito Suárez. En el primer trimestre del año se registró en el puerto un incremento en el número de buques mercantes que atracaron en los muelles del puerto así como en su capacidad máxima.
