El Concello de Ponte Caldelas ya tiene, desde el martes, el estudio de alternativas al abastecimiento del sur de la provincia de Pontevedra elaborado por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, y ha comprobado que el análisis de alternativas propuestas también incluye la construcción de una presa en el río Verdugo, “inundando las aldeas de Portasouto y A Fraga”. “Ahora entiendo por qué tardaron cerca de un mes en enviarnos el estudio”, dice el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz.

El informe analiza siete opciones: alternativa cero, nueva presa en el río Oitavén, nueva presa en el río Verdugo, bombeo desde el Miño, desaladora en la ría de Vigo, bombeo desde la confluencia del Verdugo y los ríos y subalternativas de Oitavén, “de los que se han elegido los más baratos para dar solución al abastecimiento de la zona sur de la provincia”, porque el propio estudio determina que una desaladora daría agua tratada que podría ir directamente al consumo, pero se descarta “porque es necesario mantener la planta funcionando todo el año, lo que implica un gasto innecesario ya que los problemas de escasez ocurren muy ocasionalmente”, según el propio informe, explica el alcalde, que añade que “es una insensatez que solo se valoren los costes económicos. El informe no contempla en ningún momento el alto coste ambiental y social de construir una presa, ya sea en Forzáns, A Fraga o en cualquier otro lugar”.

Por otro lado, el alcalde de Ponte Caldelas también quiere rebatir las palabras de la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, y de la directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, “que decían que la presa era una solución a largo plazo, en 2070, y el estudio deja bien claro que la puesta en servicio de la obra sería dentro de 12-13 años”, dice Díaz, que exige a la Xunta que rechace la posibilidad de construir un embalse en Forzáns, y que “se descarten todas las demás alternativas que pasan por Ponte Caldelas”.