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La comunidad venezolana es ya la más numerosa entre la población extranjera que vive en la ciudad

La ruta de senderismo, “Cónoce tu ciudad”, es una de las muchas actividades realizadas por Asovedra recientemente. // ASOVEDRA

La comunidad venezolana se ha convertido en los últimos años en la más numerosa de entre los ciudadanos extranjeros que viven en Pontevedra. Esto es así gracias al gran número de nuevos residentes que han llegado a la ciudad procedentes de este país, de tal forma que en solo cuatro años doblaron el número de vecinos con esta nacionalidad, pasando de ser el cuarto colectivo con más presencia en la Boa Vila a colocarse en la primera posición. Eso, sin contar los emigrantes retornados que poseen la nacionalidad española y que regresaron a Galicia en los últimos años, ante el devenir de la situación económica en Venezuela.

Así, según los datos publicados en el panorama de las grandes ciudades de Galicia del IGE, en Pontevedra residían a 31 de diciembre de 2021 un total de 3.493 ciudadanos extranjeros. Una cifra que desciende ligeramente (en 35 personas) por primera vez después de cuatro años de ascenso continuado. Los extranjeros representan un 4,2% de la población del municipio.

Históricamente, marroquíes y colombianos, conformaban las comunidades más numerosas de extranjeros en Pontevedra. Los primeros han seguido creciendo paulatinamente a lo largo de la última década, hasta convertirse a partir de 2018 en el colectivo más numeroso de población foránea. Por su parte, los vecinos de nacionalidad colombiana fueron descendiendo, pasando de 400 hace diez años a 237 en 2018 y los 355 actuales.

Los nacionales de este país doblaron su presencia en Pontevedra en apenas cuatro años

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Por contra, el ascenso de la comunidad venezolana se disparó especialmente desde 2018. En 2012 había tan solo 160 ciudadanos de esta nacionalidad y en 2018 eran ya la cuarta comunidad más numerosa con 222 vecinos. En cuatro años duplicaron esta cifra y actualmente hay 467 empadronados con nacionalidad venezolana en Pontevedra, desbancando a la comunidad marroquí como la más numerosa.

¿Cuál es la razón de este auge de la inmigración venezolana en los últimos cuatro años? “Es cierto que hay mucha gente, entre ellos muchos emigrantes retornados, que en su momento sí que decidieron marcharse del país ante la problemática que allí se vivía, así como la situación económica e inestable que vive Venezuela constantemente”, explica Manuel Osorio, presidente de Asovedra, Asociación de Venezolanos en Pontevedra. “No obstante, también es verdad que recientemente también está llegando gente animada al comprobar que sus familiares o conocidos se están integrando perfectamente en la sociedad pontevedra y española”. Esta adaptación está ayudando a la hora de dar el paso y evitar esa “inestabilidad” que vive su país, “aunque la situación ahora esté algo mejor que hace unos años”, cuando se produjo un gran éxodo, explica Osorio.

El presidente de Asovedra destaca, además, el gran nivel de emprendimiento del emigrante venezolano en España, de tal forma que uno de los principales objetivos de la asociación no es solo la integración social, sino sobre todo económica, y subraya que “son muchos los venezolanos que han abierto negocios en en los últimos dos años en la ciudad o su comarca”.

Hasta 2020 el mayor número de foráneos lo constituían los marroquíes

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Así pues, la venezolana es ya la comunidad mayoritaria en Pontevedra desde 2020, posición que se consolidó en 2021. Los segundos más numerosos son los nacionales de Marruecos, con 423 vecinos en Pontevedra. Los terceros son los brasileños con 371 personas y los cuartos los originarios de Colombia, con 355 vecinos de este país.

Por continentes, un total de 755 vecinos son europeos, con los portugueses como el colectivo más representado (con 216 habitantes). No obstante, cabe señalar que el de país vecino, vio mermada significativamente su población en la ciudad, dado que hace 10 años era mucho mayor (con 382 empadronados) quizá por el auge económico que vive Portugal y que pudo haber provocado un “retorno”. Los segundos son los italianos, con 136 residentes y terceros los rumanos con 130.

En cuanto a la Europa no comunitaria, además de los 72 británicos que ahora tienen esta nueva condición con el Brexit, hay sumar la de dos países actualmente en conflicto, con 21 rusos por 20 ucranianos que viven en la ciudad del Lérez (la estadística es previa a la llegada y acogimiento de refugiados ucranianos).

En cuanto a África, tras los marroquíes, el segundo colectivo más numeroso es el senegalés, con 132 personas residiendo en la Boa Vila.

Por parte del continente americano, detrás de Venezuela, Brasil y Colombia se sitúa la comunidad peruana (con un centenar de vecinos) y los argentinos con 97 empadronados. Por último, los más numerosos del continente asiático son los ciudadanos chinos con 160 personas de esta nacionalidad viviendo actualmente en la ciudad del Lérez.

“En dos años ayudamos a encontrar empleo como autónomos o por cuenta ajena a unas 283 personas”

Asovedra, que a su vez se integra en la asociación gallega Fevega, nació en junio de 2019 justo coincidiendo con el inicio de ese gran “éxodo” de venezolanos hacia España y Galicia. Con sede en la Casa Azul, el colectivo tiene actividad en ciudades como A Coruña, Lugo o Vigo y su principal labor es la integración “social y económica” de los venezolanos recién llegados a Galicia. Manuel Osorio insiste en el carácter emprendedor de los venezolanos y emigrantes retornados que llegan a Pontevedra y señalan que “elaboramos planes y estudiamos los perfiles de cada uno para buscar cuales son las mejores expectativas que puede tener cada usuario para montar un negocio o trabajar”. “Los frutos están siendo muy exitosos”, indica el presidente de Asovedra, “dado que en dos años hemos logrado la inserción laboral de 283 personas, tanto por cuenta ajena como autónomos”. De hecho, incluso están asesorando también a ciudadanos españoles. Otra de sus grandes luchas es colaborar con los recién llegados para convalidar sus titulaciones o obtener sus certificaciones de profesionalidad. A esto se suman también labores sociales y culturales como excursiones, programas de actividades deportivas, culturales o formativas: Como el curso que iniciarán el 27 de mayo sobre la importancia que tiene el certificado digital en la relación de las personas con la administración y su forma de uso.

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