El PP de Pontevedra tiene una “virulenta y enfermiza” oposición al modelo de compostaje local, lamentó ayer el concejal delegado de la gestión de residuos urbanos, Raimundo González, quien recordó que el rechazo de los populares y de su líder local a este tratamiento de los residuos significa ir en contra de las legislaciones europea, estatal y autonómica.

Al margen de la legislación al respecto, Raimundo González subrayó que la ciudad tiene una “decidida apuesta por el compostaje”, con base en tres bases fundamentales, como son los composteros individuales, los centros de compostaje comunitario y la planta de compostaje prevista en el nuevo contrato de la basura.

González Carballo respondía así a las declaraciones realizadas por

el portavoz del Partido Popular local, recordando que esta oposición al compostaje de los populares de Pontevedra “ya viene de lejos” . Así apuntó que el líder local del PP, Rafael Domínguez, “hizo campaña por las parroquias diciéndoles a los vecinos que no recogieran el compostero individual”. Además, sobre los centros de compostaje comunitario, recordó que “bien conocemos esa imagen del señor Domínguez subido a un centro de compostaje comunitario, picachón en mano, para poder derribarlo, diciendo que cuando yo gobierne esto se eliminará”.

“Hablamos de unos centros de compostaje comunitario que proceden de la Ley de Residuos de Galicia, que no es que los inventemos nosotros. Tanto en la normativa estatal como comunitaria esta alternativa está contemplada y así la contempla el PP de Galicia. No así el señor Domínguez”. Y en relación a la planta de compostaje, la actuación del líder de la oposición es, en palabras de Raimundo González “aún más enfermiza”. “Lleva años oponiéndose a ella, de manera pública y notoria, presentando también una denuncia judicial, la única que presentó, por cierto y, además, diciendo toda una sarta de barbaridades”.

González hizo hincapié en que antes de alquilar los terrenos para albergar esta futura planta de compostaje contaron con los informes técnicos que avalaran la viabilidad de construir esa instalación en ese espacio, informes que no contemplan problemas de desnivel de terreno ni falta de accesos. Por otro lado, si bien el tamaño de la parcela es de diez hectáreas, la planta so debería ocupar una o dos como máximo, explicó, para dejar el resto del terreno a disposición de otro tipo de usos, como la creación de un ecoparque en el que recibir visitas escolares, habilitar un aula de sensibilización elemental o crear elementos de juego como tirolinas en un proyecto “respetuoso con el medio ambiente” que será complementario al de la planta proyectada por Sogama en Vilanova.

Además, la construcción de esta planta de compostaje está incluida dentro del contrato de concesión del servicio municipal de basura, que tendrá que ser asumida por la empresa en este terreno, o en otro dentro del municipio.