La procesión de la Comunión Pascual, más conocida popularmente como del Viático, contó ayer con la participación de decenas de personas en Pontevedra, que recorrieron las calles que separan la basílica de Santa María la Mayor y la capilla de San Roque, varias de ellas decoradas con las tradicionales alfombras florales en la vía pública y con colchas y banderas en las ventanas.
El párroco de Santa María, Javier Porro, fue el encargado de llevar la comunión a los domicilios de los enfermos de la parroquia bajo solicitud previa. Entre los participantes en la procesión figuraron númerosos niños de la parroquia y fieles, así como autoridades de la entidad organizadora, el Gremio de Mareantes; la Cofradía de la Virgen Peregrina; la Escuela Naval de Marín, y la Brilat, entre otras.
Uno de los momentos más emotivos fue la oración en recuerdo de los marineros víctimas del accidente del “Villa de Pitanxo”, por quienes pidió Porro al llegar al barrio de A Moureira. También en esta zona, lució la alfombra floral realizada por la Asociación de Alfombristas de Ponteareas en honor al Gremio de Mareantes y al Camiño de Santiago portugués.