Manuel Pintos es un veterano de la música que ha tocado durante años en formaciones como la Orquesta Panorama, Los Cunters o Los Ántonis. Dirige la Coral Helénica y es comprensible que tras meses de confinamientos y de parón de los ensayos estuviese deseando volver, pero es que sus alumnos están “igual de animados” y, de hecho, “partió de ellos”, explica, que se retomase la actividad, explica, porque “tienen muchas ganas de hacer cosas”.
La Coral Helénica es la benjamina de la ciudad. Arrancó en 2015 y, tras dos años sin ensayar, su responsable reconoce que “la pandemia ha supuesto una mella total” en estas agrupaciones musicales. “Nosotros retomamos la actividad hace mes y medio”, explica, y los 40 integrantes que llegaron a ser se han quedado reducidos a 22.
La Coral Helénica es la benjamina de la ciudad. Arrancó en 2015 y, tras dos años sin ensayar, su responsable reconoce que “la pandemia ha supuesto una mella total” en estas agrupaciones musicales. Sus 40 integrantes se han quedado reducidos a 22
“Muchos tienen miedo al COVID”, explica el director de la coral, que ensaya dos veces a la semana en el Liceo Casino. La integran profesionales “de todo tipo, desde médicos hasta albañiles”, detalla Manuel Pintos. Sus perfiles son muy diversos, pero coinciden “en que nadie sabe de música, todo es de oído”, explica el director, que recuerda que sus alumnos “tienen capacidad, porque lo primero es tener oído para hacer voces. Los admiro porque sin saber de música lo que hacen es un gran esfuerzo”.
Manuel Pintos dirigió durante 35 años la Coral Bella Helenes Mercantil, que actualmente preside Adolfo Martínez y que es otra de las agrupaciones corales que recupera progresivamente actividad, dejando atrás desde el pasado verano lo que los cantantes han vivido como una larga travesía sin música.
Y es que la mayor parte “son muy fieles y están muy implicados”, constata Adolfo Martínez. De hecho entre los integrantes de Bella Helenes hay tres que fueron cofundadores de esta agrupación que surgió en el seno de la Asociación de Amas de Casa e Consumidores en el bienio 1986-87 y que en 1992 incorporó por primera vez voces masculinas.
Entre los integrantes de Bella Helenes hay tres que fueron cofundadores de esta agrupación que surgió en el seno de la Asociación de Amas de Casa e Consumidores en el bienio 1986-87 y que en 1992 incorporó por primera vez voces masculinas en 1992
Hoy cuenta con 30 integrantes (durante la pandemia perdió una decena) que ensayan una vez a la semana en la sede noble del Casino Mercantil, en la plaza de Curros Enríquez, entidad con la que la coral acaba de renovar su acuerdo de colaboración.
En general, los perfiles de los cantantes se repiten y aunque su vida laboral ha discurrido por distintos caminos suelen contar con una edad superior a los 60 años. “Por lo demás, tenemos profesores, hosteleros o mecánicos, personas muy diferentes”, señala, a las que acaba uniendo el amor por la música y que frecuentemente acaban por formar grupos de amigos.
Por su parte, la casi centenaria Coral Polifónica (ofreció su primer recital el 9 de abril de 1925 en el convento de San Francisco) es otra de las agrupaciones musicales a las que la pandemia no ha desanimado a seguir su trabajo con la música medieval, polifonía de los siglos XVI y XVII, y música popular armonizada, sobre todo gallega, no en vano fue promovida por personajes como Antón Losada Diéguez, Alfonso Rodríguez Castelao, Alexandre Bóveda, Antonio Blanco Porto o Antonio Iglesias Vilarelle precisamente para poner en valor la gran tradición musical de Galicia.
La casi centenaria Coral Polifónica reanudó su actividad desde su local en el Centro Sur en octubre y protagonizó poco después un breve concierto en Marín, con motivo de la designación como hijo adoptivo de la villa de Antonio Blanco Freijeiro
Reanudó su actividad desde su local en el Centro Sur el pasado mes de octubre y protagonizó poco después un breve concierto en Marín, con motivo de la designación como hijo adoptivo de la villa de Antonio Blanco Freijeiro, hijo del primer director y cofundador de la Polifónica, el músico y profesor Antonio Blanco Porto. Fue una oportunidad para demostrar su buen estado de forma y un emocionante reencuentro con el arte tras meses de parón. Un polímata indio escribió que cuando el hombre trabaja, Dios lo respeta; mas cuando el hombre canta, Dios lo ama
