La Audiencia Nacional no ha tramitado los personamientos de la causa del naufragio del pesquero gallego 'Villa de Pitanxo', que se hundió el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros al este de Terranova (Canadá), remitiendo las peticiones a los juzgados de Marín (Pontevedra).

Así, según fuentes consultadas por Europa Press, la armadora del buque, Pesquerías Nores, así como la aseguradora de la empresa, Mapfre, y seis familias de fallecidos habían intentado personarse en el caso, sin que la Audiencia Nacional tramitase sus expedientes.

De esta manera, la propia Audiencia les notificó este miércoles con una providencia que sus personamientos no han sido tramitados, por lo que no están personados en la causa, remitiendo la documentación a los juzgados de Marín.

Por ello, ninguno de los perjudicados por la tragedia podrá recurrir, por el momento, la decisión de la Audiencia Nacional de inhibir la causa y que sea el juzgado de Marín quien investigue.

Uno de los abogados de las familias ha mostrado su "sorpresa" de que no se haya tramitado ningún personamiento, indicando que hace ya más de dos semanas que se presentaron los escritos. Por ello, no les han permitido el acceso a los últimos autos y será el juzgado de Marín quien decida si finalmente podrán personarse, siempre que este último acepta asumir la instrucción del caso del 'Villa de Pitanxo' (de no ser así, podría ser el Tribunal Supremo quien decida de quién es la competencia).

Este mismo letrado, consultado por Europa Press, ha puesto en valor el personal "competente" de los juzgados de la localidad pontevedresa, aunque ha indicado que se trata de un partido judicial que está "saturado" y con un caso así podría "bloquearse".

Entre otros temas, también ha puesto el foco en la importancia de bajar al pecio, algo "esencial" para la investigación ya que, a su juicio, podría ayudar a tener más datos del accidente ocurrido en la madrugada del 15 de febrero en Terranova, que acabó con la vida de 21 de los 24 tripulantes del buque.

BAJAR AL BARCO

Por otra parte, en esta misma línea ha hablado la portavoz del Bloque Nacionalista Galego (BNG) en Europa, Ana Miranda, que ha presentado una iniciativa dirigida a la Comisión Europea para que las autoridades investiguen "hasta el final" lo ocurrido.

Miranda considera que se debe hacer "toda la inversión necesaria" para conseguir los medios técnicos que permitan saber realmente qué ocurrió, por lo que insta a la Comisión Europea a presionar "ante la negativa del Estado español de seguir investigando".

"Cómo es posible que en el siglo XXI se pueda bajar varias veces al Titanic, hundido hace más de un siglo, se puedan recuperar barcos de la II Guerra Mundial hundidos en esa rompiente, y no se pueda bajar a un barco hundido hace dos meses para esclarecer las causas de un accidente que provocó el fallecimiento de 21 personas", ha lamentado.

También el pleno del Ayuntamiento de A Coruña, a propuesta del BNG, realizó este jueves una declaración institucional por la que se insta al Gobierno central a descender al pesquero gallego, "para elaborar un trabajo fotográfico y audiovisual sobre su estado, así como reconocer su entorno y la zona exterior del buque para verificar la localización de los cuerpos de los tripulantes desaparecidos".

En el texto, se indica que "la excusa de no poder encontrar los cuerpos o la imposibilidad de acceder al interior de la nave no es obstáculo para acometer el descenso hasta el barco hundido y poder obtener imágenes de la situación y circunstancias en las que se encuentra el buque".

CONTRADICCIONES

Todo ello cuando se cumplen 50 días del trágico suceso. Casi dos meses en los que la lluvia de información sobre lo que pudo haber ocurrido en Terranova fue constante, incluso con versiones contradictorias entre los relatos de los tres únicos supervivientes.

Así, la versión del patrón del barco, Juan Padín, y de su sobrino, Eduardo Rial (dos de los supervivientes), explicaría que el accidente se produjo durante la maniobra de virada del parejo y que el pesquero se hundió "de forma muy rápida" por los golpes de mar que lo escoraron, después de sufrir una parada en el motor principal.

Sin embargo, Samuel Kwesi Koufie, el tercer superviviente, habría declarado que el patrón no habría atendido a las advertencias que desde el parque de pesca le habían hecho los marineros para que soltase la red, lo que podría haber permitido corregir la escora y haber evitado el naufragio.