El Centro Penitenciario de A Lama ha acogido este lunes la visita de la refugiada afgana Nadia Ghulam. De la mano de la fundación Esplai, la activista por los derechos humanos y por la cultura de la paz ha narrado a las internas e internos de la prisión pontevedresa su experiencia personal de superación y liberación. 

Nadia Ghulam, que ahora reside en Cataluña, ha contado sus 21 años de superviviencia en un país, Afganistán, en guerra. Allí sufrió violencia y exclusión social por ser mujer. 

En su intervención, ha recordado cómo con ocho años en su casa cayó una bomba en su habitación y permaneció dos meses en coma y otros dos años de recuperación en varios hospitales. Cuando salió del hospital, los talibanes ya habían ocupado el poder. Se dio cuenta de que las mujeres no podían trabajar ni vivir libremente por lo que optó por vestirse con la ropa de su hermano, muerto en la guerra, para poder seguir educándose y viviendo como un hombre.

Con 21 años llegó a España para el tratamiento médico de sus heridas “Cuando llegué suspendí toda la educación a pesar de llegar con el bachillerato aprobado en Afganistán. Seguí sin ponerme límites y pude superar el curso superior de integración social”. Con estos encuentros “espero ayudar a las personas que puedan encontrarse, como yo lo estuve, en momentos oscuros. Que escuchen y vean que, si yo pude superar esas situaciones difíciles, ellos también pueden”, ha subrayado. 

Alrededor de 140 internos e internas del módulo mixto de Respeto, la unidad terapéuticamixta y el módulo Nelson Mandela han participado en el encuentro. 

En la charla también han estado presentes la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Mª Carmen Larriba, el presidente de la Fundación Esplai, Enrique Arnanz, y la directora del Centro Penitenciario de A Lama, Teresa Delgado. 

Nadia Ghulam Dastgir nació en Kabul (Afganistán) en 1985. Vivió las consecuencias de una guerra civil, el hambre y del régimen talibán. Pero Nadia consiguió salir adelante gracias a su ingenio y coraje, para así poder alimentar a su familia. Ha escrito varios libros donde narra su historia personal y su fe en un mundo mejor. Fundó la asociación Ponts per la Pau con la que, ayuda a niñas y niños de Kabul para que puedan tener una oportunidad en la vida a través de la enseñanza y la educación, a pesar de la dura situación del país.

En el año 2020 la Fundación Esplai concedió a Nadia Ghalum el premio en la en la categoría de Acción Socioeducativa e Inclusión por su compromiso de transformar el mundo y hacer crecer el valor de la solidaridad