Varias librerías especializadas de Pontevedra han encontrado en el manga, el arte gráfico japonés en forma de cómic, un nuevo reclamo para lectores de todas las edades, pero especialmente entre el público infantil y juvenil, protagonista del Salón del Libro que se organiza en la ciudad hasta finales de este mes.
Este mundillo, tan reconocible por títulos que han plagado la programación televisiva en el formato anime (dibujos animados) como Bola de Dragón o One Piece, ha desbancado a otros cómics de corte más tradicional, establecidos con mucha más anterioridad, como el estadounidense o el de producción nacional.
“El manga está en crecimiento con respecto a otras variedades, como puede ser el de Marvel o el cómic español, que también es una potencia mundial. Estos bajaron en favor del cómic japonés. Se venden los mismos cómics, pero lo que cambió es la tendencia en esa dirección desde hace dos o tres años”, explica en su caso Fernando Iglesias, que regenta en la Calle dos Palamios la Librería Baroja.
En otros establecimientos, la llegada de las obras japonesas generó un boom que no solo desplazó notablemente a volúmenes procedentes de otros países, sino que aumentó también el volumen de ventas. Así lo reconocen en uno de los templos de la banda diseñada en Pontevedra y Galicia, la Libraría Paz, que concentra entre sus paredes miles de títulos pertenecientes a este ámbito.
“Desde hace años que funciona, pero yo noté que después de la pandemia se incrementaron las ventas mucho. Hay colecciones que nunca conseguimos tener enteras porque siempre hay números que están agotados”, explica Ángel Paz.
“Desde hace años que funciona, pero yo noté que después de la pandemia se incrementaron las ventas mucho. Hay colecciones que nunca conseguimos tener enteras porque siempre hay números que están agotados”, explica Ángel Paz
Pero si hay un paralelismo con los cómics occidentales es que los clásicos nunca fallan. Bola de Dragón y Naruto, historias míticas de aventuras y combates que cuentan con el Guerrero Z Son Goku y el ninja Naruto como protagonistas respectivamente, son algunos de los títulos que más llaman la atención de los pequeños y pequeñas.
Sin embargo, otros libreros, como Fernando, de Librería Baroja, destacan algunos de los retos que comporta volcarse en este sector, que ya cuenta con una producción considerable en castellano.
“En los últimos años, viene más gente pidiendo manga, que ya tiene un gran fondo editorial, con colecciones muy amplias de 70 o 90 tomos. En mi caso, procuro tener las colecciones completas, porque no vale tener unos pocos. Hay que tenerlos porque quien viene a buscarlos lo hace directamente y si hay que encargarlos, ya lo hace el propio cliente por Amazon. Por eso tienes que tener un fondo, un espacio y una inversión grande en ese género”, explica.
Define al manga la calidad y profundidad de las historias, ya que el público más adulto tiende a buscar complejidad argumental. Así, se divide entre Shonen (para chicos), Shojo (chicas), Seinen (adultos), Josei (adultas) y Kodomomuke (niños y niñas)
Otro aspecto notable que define mucho al género del manga y su venta es la calidad y profundidad de las historias que los componen, ya que el público más adulto tiende a buscar mayor complejidad argumental en sus lecturas. Así, el manga se divide de forma demográfica entre Shonen (para chicos), Shojo (chicas), Seinen (adultos), Josei (adultas) y Kodomomuke (niños y niñas).
En este sentido, Paz hizo referencia al trabajo de pioneros como Osamu Tezuka, cuya carrera literaria en el manga infantil y de adultos traspasó fronteras y sigue llenando las librerías décadas después de su publicación.
No obstante, con cientos de obras ya traducidas al castellano, para ambos profesionales de la venta de libros resulta complicado hacer una recomendación de qué títulos se enfocan al público más infantil, juvenil o de mayor edad.
La razón es simple, ya que cada temática es prácticamente un mundo y son los gustos del lector los que van a determinar principalmente la compra final.