A la búsqueda de explosivos ocultos
Zapadores de la Brilat se adiestran en detección de artefactos de cara a la misión en Mali

Un militar utiliza un detector para buscar artefactos ocultos en un ejercicio en Figueirido. / Ejército de Tierra
Los efectivos de la Brilat deberán afrontar el próximo mes de mayo el relevo a sus propios compañeros de Brigada que actualmente integran la misión EUTM Mali XIX. Para ello, las unidades especializadas en distintas disciplinas militares implementan sus capacidades de cara a afrontar este despliegue en un escenario cada vez más complicado como es el Sahel.
Sin ir más lejos, el Ejército de Tierra hizo público a través de sus canales en redes sociales la labor de adiestramiento que están llevando a cabo los especialistas en desactivación de explosivos de los Zapadores de la Brigada Galicia VII, con sede en Pontevedra. Efectivos de la Sección de Desactivadores de la Brilat formarán parte de este contigente y explican como la detección e inutilización de un artefacto explosivo puede ser determinante para salvar un gran número de vidas.
Los militares de la Brigada ultiman su preparación con ejercicios en la base General Morillo. El jefe de Sección, el teniente Lusarreta señala que una de sus principales labores es la detección de los llamados IED (Artefactos Explosivos Improvisados) en una determinada ruta.
Las patrullas son las encargadas de localizar cualquier artefacto o situación sospechosa. El aviso llega a la sección de desactivadores que, a partir de ahí, se hacen cargo de gestionar la situación por fases.
La primera consiste en la observación lejana de los artefactos sospechosos a través una cámara de precisión. Confirmada la amenaza, “procedemos a la señalización de un camino seguro” para poder realizar un reconocimiento del posible explosivo. Es aquí donde entran en juego los distintos medios de detección de los que dispone la Brigada. Son varios, con distintas capacidades y para diferentes escenarios.

El robot ante una mochila sospechosa. / Ejército de Tierra
Una vez que se ha garantizado un itinerario seguro, se utiliza el robot desactivador para llegar hasta el supuesto artefacto. El robot puede equiparse con distintos elementos. En este ejercicio, con la inspección de una mochila sospechosa, se utiliza un dispositivo gestionado por un operador que “ataca” el artefacto para neutralizarlo. Posteriormente, se utilizan las cámaras del robot para comprobar si la zona es segura. Si esto no es posible por estos medios remotos es cuando entra en juego el factor humano.
Uno de los militares se debe enfundar el traje pesado para completar la desactivación mediante la aproximación al explosivo con esta “armadura” como única protección. Una vez que se comprueba que el explosivo está ya inactivo, se procede a la toma de muestras y evidencias para realizar una investigación.
En toda la operación son de gran importancia, para evitar trampas con señuelos o minas, la utilización de los distintos aparatos de detección.
Los Zapadores de la Brilat explican que para la búsqueda de munición convencional oculta emplean un magnetómetro, que puede localizar artefactos a una profundidad de 6 metros. Para proyectiles de calibres mayores usan el detector de gran bucle (con alcance de hasta 4 metros de profundidad) y para cables enterrados el “gran humper”. El detector dual dispone de un georradar para señalar cambios de densidad en el terreno y está dotado de un software de detección electromagnética al igual que los “Vallon”, un dispositivo que forma parte de la dotación de los zapadores del Ejército de Tierra.

Un zapador en el traje de desactivación. / Ejército de Tierra
La próxima misión en Mali estará formada sobre la base del Regimiento Farnesio
Se prevé que el despliegue en Mali de estos hombres se inicie en mayo, cuando den el relevo a sus propios compañeros de la Brilat para integrar la misión EUTM Mali XX. Actualmente, el grueso del contingente de la Brilat está compuesto por militares del Regimiento Príncipe con sede en Asturias. Según confirman fuentes de la base General Morillo, el relevo que se dará en mayo a este contingente tendrá como base efectivos del Regimiento de Caballería Farnesio de la Brilat con base en Valladolid, aunque también, como es habitual, con aportaciones de las bases de Pontevedra y Asturias para determinadas especialidades. Es el caso, por ejemplo, de los zapadores, siendo desplegados en Mali a partir de mayo estos efectivos del Batallón de Zapadores VII con sede en Figueirido que se están reforzando su adiestramiento de cara a esta misión.
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