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Vuelve la Semana Santa

Tras dos años de parón, las cofradias deciden retomar el programa y encaran el reto de recuperar costaleros, penitentes, bandas...

Cofrades de la Veracruz y Misericordia, la más antigua de la ciudad, portan a hombros la imagen de la Virgen de la Misericordia. | // G. SANTOS

En 2022, y si el mal tiempo no altera los planes, habrá procesiones de Semana Santa. Tras meses de incertidumbre las cofradías de la ciudad han acordado retomar el programa, en el que trabajan habitualmente con meses de anticipación y que ahora habrá en buena medida que improvisar.

El próximo día 21 de marzo se celebrará la lectura del pregón, que este año tendrá lugar en la sede noble del Casino Mercantil. La Junta Coordinadora de Semana Santa prevé hacer público en los próximos días el nombre de la persona elegida para inaugurar el programa de actos religiosos.

Por su parte, las procesiones arrancarán el 10 de abril, Domingo de Ramos. La bendición y el desfile de La Burrita darán paso a una semana en la que las cofradías apuestan por retomar la totalidad del programa de actos religiosos, que concluirá el 17 con la procesión de Jesús Resucitado, si bien adaptado a las nuevas circunstancias sanitarias.

Las procesiones “se van a celebrar con las medidas que haya en ese momento, que esperamos en que serán más relajadas, y cada cofradía saldrá con las posibilidades que tenga”, indican los organizadores.

El próximo día 21 de marzo se celebrará la lectura del pregón, que este año tendrá lugar en la sede noble del Casino Mercantil

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Las siete agrupaciones penitenciales de la ciudad celebraron una reunión en la que decidieron poner fin a dos años de parón ligado a la pandemia. “Ha sido mucho tiempo y hay ganas” de retomar la Semana Santa, reconoce Javier Pazos, presidente de la Cofradía del Amor Hermoso, la benjamina de la Boa Vila, en la que procesiona desde el año 1998 , y una de las que encara el reto de recuperar en pocas semanas su actividad.

Y es que retomar el contacto con los cofrades y recuperar una actividad más o menos normalizada está siendo el principal desafío de los responsables de las cofradías. Especialmente, preocupa la situación de las bandas, tras años sin ensayar.

Preocupan en especial las bandas. Los ensayos arrancan habitualmente en el mes de octubre “y este año no creo ni se haya celebrado uno”, lamenta Javier Pazos, al frente de la cofradía de Nuestra Señora del Amor Hermoso, la benjamina de la ciudad

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Los ensayos arrancan habitualmente en el mes de octubre “y este año no creo ni se haya celebrado uno”, lamenta Javier Pazos.

Coincide Antonio Melero, presidente de la cofradía de la Veracruz y Misericordia, la más antigua de la ciudad, de ahí que sea la última en salir en las procesiones ya que las agrupaciones penitenciales se ordenan en los desfiles en el sentido inverso a su fundación. “Tenemos un problema importante con el tema de las bandas”, explica, “sobre todo con los instrumentos de viento como las cornetas, porque con los tambores no hay ningún problema, pero creemos que se irá subsanando todo y podremos llegar a la normalidad”.

La cofradía de la Veracruz procesionará por primera vez un Cristo donado por una familia de Pontevedra. “Lo restauramos y esperamos que lo porten jóvenes de entre 12 y 14 años”, explica Antonio Melero, presidente de la agrupación penitencial decana

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Su cofradía cuenta cada año con más de 70 costaleros y Antonio Melero confía en volver a disponer de un número significativo de penitentes para trasladar a hombros las imágenes.

Entre ellas estará por primera vez un Cristo donado por una familia de Pontevedra. “Lo restauramos y esperamos que lo procesionen jóvenes de entre 12 y 14 años”. El presidente de la cofradía decana de la Boa Vila es uno de los que incide en la importancia de “involucrar a los más jóvenes” en la Semana Santa, ya que constituyen la cantera de los futuros costaleros.

En el mismo sentido se pronuncia el presidente de la cofradía del Amor Hermoso, que lamenta que con el parón ligado a la crisis sanitaria “una generación de entre 15 y 17 años está perdida. Era gente con la que podías contar y que no han vivido estos años la tradición, a muchos no les interesa”. Con todo, los cofrades no pierden el ánimo y hacen votos porque “no haya sorpresas, el tiempo nos ayude y podamos volver a salir como antes”.

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