El nuevo contrato de gestión de residuos, cuya redacción está a punto de concluir, tendrá una duración de veinte años y supondrá una inversión de 23 millones de euros. En esa cifra se incluye la nueva maquinaria o la planta de compostaje de A Canicouva, valorada en 10,3 millones, y que tendrá una licitación de 10.700.000 euros. Así lo anunció el concejal responsable de la gestión de los Residuos, Raimundo González, para quien este nuevo contrato de la basura “va a ser una auténtica revolución, tanto ambiental como en el servicio”.

González Carballo aseguró que este contrato supondrá “una transformación radical, una auténtica revolución” a dos niveles: en la prestación del servicios a los ciudadanos y a nivel ambiental. Supone, asegura el edil, “el despliegue de la economía circular en el Concello y una reducción sustancial de la huella de carbono en Pontevedra”.

El documento se sostiene en objetivos ambientales. El primero es el relativo a la consideración de la basura. “Hasta ahora los residuos tenían una consideración negativa, pero hoy en día es un recurso, porque se va a volver a utilizar directa o indirectamente”, explicó Raimundo González. Es decir, será un recurso de tal manera que se primará o penalizará que se queme cualquier “mínima expresión”.

El segundo objetivo ambiental es el relativo a los porcentajes de reciclaje. En el año 2025 la Unión Europea exige que sea el 55% de la producción general de residuos, que se incrementará al 60% en 2030. “Nuestra aspiración es superar ese porcentaje de mínimos legales”, indica González.

Implicación de la empresa

El tercero de los objetivos ambientales es la implicación del gestor o concesionario. Su implicación en la prestación del servicio tiene que ser tanto en la reducción del residuo como en su reciclaje, explicó el edil. La empresa concesionaria será la primera interesada en que funcione el servicio porque de lo contrario, su retribución será menor. “Es decir, no tiene una cuantía garantizada” indicaba Raimundo González, por lo que se priorizarán los aspectos ambientales: más compostaje, menos CO2, etc., que implicará un incremento de la retribución, es decir, la empresa tendrá la posibilidad de ganar “bonus” buscando la excelencia del servicio.

El cuarto objetivo ambiental es el parque de maquinaria. El contrato recoge que el 14% de los vehículos de 25 o 26 toneladas tienen que ser limpios (y dado que no existen vehículos eléctricos de estas características, deberán ser a gas). Se trata de un 4% más de lo que exige la normativa, aseguró González.

Además, dispondrá de mayor puntuación aquella empresa que ofrezca más vehículos limpios, con independencia de los eléctricos de menor tonelaje que exigirá la licitación, al menos, 5 de la flota general de la concesionaria en la ciudad.

El quinto objetivo ambiental está relacionado con la estructura organizativa del servicio. En la actualidad existe un técnico municipal y un vigilante encargado del seguimiento del actual contrato. En el futuro está previsto el incremento de personal tanto en la administración como en la concesionaria, de tal manera que se potenciará la inspección, la vigilancia, el control y se harán campañas de sensibilización.

Las mejoras no supondrán un aumento del recibo doméstico

El nuevo contrato de la basura no supondrá el incremento de recibo que bimensualmente pagan los vecinos de Pontevedra, según aseguró el concejal de gestión de los residuos, Raimundo González. Las actividades contempladas en este nuevo servicio van desde la prerecogida que marca las rutas del servicio, la colocación de contenedores y papeleras hasta la recogida, transporte de los residuos, recogida y clasificación en planta, control de composteros y tratamiento de los residuos. Representa, por lo tanto, una gestión integral de todos los residuos municipales. También está previsto el incremento del capítulo de personal que se aumentará un 50% pasando de 106 a 163 trabajadores, de los cuales 25 estarían adscritos a la nueva planta de tratamiento. El nuevo contrato “va a ser una auténtica revolución tanto ambiental como en el servicio. Será un contrato innovador, de vanguardia y singular digno del siglo XXI”, afirmó el concejal Raimundo González quien aseguró que “significa un cambio en el paradigma en materia de residuos”.