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Su código postal influye en si va a superar un cáncer

La AECC y Adicam salen a la calle en el Día Mundial contra la enfermedad

Las integrantes de Adicam realizaron una intervención en rosa en la plaza de San José. | // RAFA VÁZQUEZ

El cáncer es igual para todos “pero no todos somos iguales frente a él”, recuerda Rebeca Castro, coordinadora de Voluntariado y técnico de Prevención de la AECC, que celebró ayer el Día Mundial contra el Cáncer llevando a las calles la acción “La frontera de la desigualdad”.

Esta campaña busca visibilizar que “hay diferentes factores que pueden marcar grandes desigualdades cuando una persona o una familia se enfrenta e este diagnóstico. Por ejemplo el código postal, nuestro lugar de residencia, puede suponer muchísima diferencia en el acceso a tratamientos, desplazamientos a los hospitales o incluso a tener disponibles cuidados paliativos en domicilio, que no hay en varios concellos gallegos”, lamenta la integrante de la Asociación Española contra el Cáncer.

Sus voluntarias instalaron una mesa informativa y se desplegaron para explicar que en estas desigualdades a la hora de enfrentarse a la enfermedad “también influye el género, ya que más del doble de mujeres que de hombres percibe sueldos por debajo del salario mínimo interprofesional”.

Adicam: "Tenemos una gran cantidad de supervivientes de cáncer que después muchas veces están abocados a la exclusión social porque no pueden reincorporarse a su puesto de trabajo por las grandes limitaciones y secuelas que les dejan los tratamientos"

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Y es que otros factores a los que apunta Rebeca Castro es “la tarjeta de crédito, es decir el nivel socioeconómico... Hay personas que tienen que dejar de trabajar al pasar por un proceso oncológico; hay incluso familiares que son un soporte económico de la unidad familiar y que tienen que reducir su jornada o dejar de trabajar para ejercer de cuidadores”.

Las voluntarias de la AECC buscaban concienciar sobre la desigualdad ante el cáncer. | // RAFA VÁZQUEZ

Por su parte, la Asociación de Diagnosticad@s de Cancro de Mama e Xinecolóxico (Adicam) conmemoró el 4 de febrero con una intervención artística en la plaza de San José. Sus integrantes adornaron las estatuas con el color rosa, símbolo de la lucha contra el cáncer de mama.

Se trató de la primera acción pública de Adicam desde el arranque de la pandemia. María Martínez Piñeiro, trabajadora social de la asociación, explica que “las asociaciones de pacientes son importantes, es lo que queremos visibilizar hoy. Lo vemos diariamente, la sanidad pública está haciendo un trabajo impresionante, pero hay cosas que cubren estas asociaciones de pacientes, que necesitan formar grupo, apoyarse entre ellas y crear vínculos”.

"El lugar de residencia puede suponer muchísima diferencia en el acceso a tratamientos, desplazamientos a los hospitales o incluso a tener disponibles cuidados paliativos en domicilio, que no hay en varios concellos”, lamenta Rebeca Castro, de la AECC

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Adicam ofrece servicios gratuitos de psicología, fisioterapia, nutrición o trabajo social porque, recuerdan sus representantes, “se habla poco de que tenemos una gran cantidad de supervivientes de cáncer que después muchas veces están abocados a la exclusión social porque no pueden reincorporarse a su puesto de trabajo por las grandes limitaciones y secuelas que les dejan los tratamientos. Por eso tenemos una orientadora laboral. Y, sobre todo, damos apoyo psicológico en todo momento”.

Ha sido este servicio de psicología el más demandado desde el arranque de la crisis sanitaria. “A muchas pacientes que habían superado el proceso y estaban reincorporadas a su vida normal, lo que motivó el COVID es hacerles recordar los momentos más duros su proceso de enfermedad, que tuviesen mucho miedo a salir y a enfermar, y eso produjo muchas caídas anímicas”.

Adicam recuperó hace unos meses las clases de pilates avanzado y, a medida que la pandemia remita, prevé reiniciar el grueso de sus actividades “con todo el colectivo y al aire libre, así como retomar muchas cosas que teníamos planeadas y que la crisis nos las paró en seco”. El objetivo, seguir previniendo, concienciando y ofrecer atención a miles de personas: uno de cada tres hombres y una de cada cuatro mujeres padecerá un cáncer a lo largo de la vida.

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