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Isidro lago | Presidente del Colegio de Médicos de Pontevedra

“No podemos quemar al médico, porque hay un momento en que no da más de sí”

La entidad pone en marcha su observatorio sobre la situación de los facultativos

Isidro Lago en su consulta. Gustavo Santos

“La Medicina es una vocación y un médico no es capaz de dejar un paciente delante si lo tiene doliente. No podemos llevar esa vocación al límite porque no nos va a favorecer”. Son palabras de Isidro Lago, el presidente del Colegio de Médicos de Pontevedra, entidad que acaba de poner en marcha un observatorio en el que se recojan las incidencias y quejas presentadas por los facultativos durante el ejercicio de su profesión. La iniciativa surge en un momento en el que la presión asistencial en la sanidad pública es más elevada que nunca mientras que los recursos humanos de los que dispone sufren una importante merma.

– No es la primera vez que el Colegio de Médicos de Pontevedra pone en marcha un observatorio para velar por esta profesión...

– La organización colegial ya fue artífice de otro observatorio, sobre agresiones a médicos, que se puso en marcha en 2009. Aquí la incidencia es menor que en otros sitios, pero existe. Ahora este nuevo observatorio se debe a la presión asistencial que hay en estos momentos, sobre todo en Atención Primaria, y a que hay una serie de incidencias que no tenemos recogidas. Sabemos del malestar general, pero no concretamente. Queremos una recogida exacta de aquellas incidencias que se dan en los puntos de trabajo habitual para los médicos de Atención Primaria, tanto en los PAC como en los centros asistenciales, ya sea de sobrecarga o de otro tipo a las que se vean sometidos en su labor diaria. Es una forma de tenerlo reflejado.

El COVID señaló mucho más el proceso y puso al máximo de la tensión en la Atención Primaria

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– ¿Con algún fin concreto?

– Para tener una visión real de lo que está pasando. Si tú tienes un papel delante en el que dice que tu agenda del día tiene ochenta pacientes, es que tiene esos ochenta, no veinticinco. Si esto ocurre día a día, hay una presión. Esta sugerencia del observatorio surgió a raíz de la denuncia que hizo el Colegio por sobrecarga asistencial. No buscábamos denunciar a la Consellería con ningún objeto, sino la protección del médico, porque, por ejemplo, es algo justificable que un facultativo no puede estar en dos sitios a la vez. Esto es algo que ocurre cada verano en Baltar, en Sanxenxo. Normalmente están 16 o 17 médicos trabajando para una población de unas 18.000 personas, pero en verano no llegan a nueve y atienden a 100.000. Entre las bajas, los que salen fuera a visitar pacientes...

– ¿Han empezado los profesionales ya a presentar sus incidencias?

– Sí, ya han empezado a hacerlo, pero lo que pasa es que queremos que sea un sistema en el sentido de que puedan escribir con un código para garantizar su seguridad y que sea igual que en el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), completamente anónimo, y cuando se quiera acceder a todas las denuncias hacerlo siempre respetando la protección de datos.

– ¿En qué línea van las quejas presentadas hasta ahora?

– Es muy pronto para saberlo. Yo calculo que en abril podremos sacar las primeras conclusiones. Por ahora por lo que oímos, de lo que más se quejan es de las agendas del día a día, que están muy saturadas. Y hay que recordar que la agenda no la marca el médico, que atiende con todas sus posibilidades. No podemos quemarlo porque llega un momento en el que no da más de sí. La Medicina es una vocación y un médico no es capaz de dejar un paciente delante si lo tiene doliente. No podemos llevar esa vocación al límite porque no nos va a favorecer.

Tenemos que aprovechar los recursos del país y sacarles beneficio

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– También sentirán frustración...

– El médico llega a la extenuación. Hay casos en los que no, por supuesto, pero hay profesionales que siguen consultando a los pacientes aunque estén fuera de hora porque en su fuero interno no tienen trabajo de ocho a tres, sino que su trabajo es tratar pacientes. Y esto es lo que lleva muchas veces a que se “abuse” hasta límites que en otras profesiones ni se contemplaría.

– La denuncia presentada por vía penal por el Colegio de Médicos el pasado verano en relación a la sobrecarga asistencial en el área sanitaria de Vigo ha sido desestimada y sigue pendiente la de Pontevedra.

– Todavía no hay resolución, pero recalco que lo que buscamos no es ir “contra a” sino esa protección del médico. Lo que no podía ser es que el Colegio Médico tuviese sobre la mesa más de 200 denuncias y que no hiciese nada. Tuvimos que denunciarlo. No podemos obviar esas denuncias y que después pase algo...

– El COVID ha empeorado la situación en general de los facultativos, pero tampoco parece que haya visos de que cuando la pandemia mejore esto lo haga también...

– El COVID señaló mucho más el proceso y puso al máximo de la tensión en la Atención Primaria. Esto no se va a solucionar y hay que pensar que de aquí a pocos años empeorará. No solamente es un problema autonómico. A mí me parece torticero de alguna manera que haya una competencia entre comunidades para contratar médicos. Es un mercadeo. Esto tendría que ser a nivel estatal. Hay que pensar que los estudiantes de Medicina tienen un nivel altísimo y después el sistema falla y no se les da la especialidad. Son licenciados en Ciencias de la Salud pero no pueden ejercer porque no tienen esa especialidad. Ese paso no se autoriza y hay cerca de 8.000 médicos que no pueden trabajar. Es un potencial de coste para un país que se tiene sin utilizar. Y, sin embargo, contratamos a otros médicos que no sabemos cómo vienen formados del extranjero. Tienen que sentarse todas las comunidades autónomas y hablarlo porque es un despropósito. A veces me pregunto qué estamos ganando, y me da igual el signo político; lo que tenemos que aprovechar son los recursos del país y sacarles beneficio. Sirvan como ejemplo los pilotos del aire, que cuando acaban no les dejan irse a la industria privada.

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