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El área deja atrás el pico de la sexta ola y avanza en el descenso sin nuevos ingresos en la UCI en 10 días

Los médicos piden prudencia y recuerdan que el COVID no es como el virus de la gripe, que sí genera inmunidad

Un joven recibe la tercera dosis de la vacuna contra el COVID en Campolongo. Rafa Vázquez

Tras cuatro días consecutivos de caída en los casos activos por coronavirus en el área sanitaria, se puede dar por alcanzado el pico de la sexta ola del virus, que comenzó el pasado mes de noviembre, e iniciado el descenso. El punto de inflexión tuvo lugar el pasado viernes, con 9.260 infectados en Pontevedra y O Salnés, mientras que desde entonces los contagios diarios nuevos han ido disminuyendo respecto a semanas previas y ayer el cómputo final de positivos ya bajaba hasta los 7.920, es decir, 1.340 menos en cuatro jornadas.

En cuanto a la presión hospitalaria, son 98 las personas ingresadas, de las cuales siete permanecen en la Unidad de Cuidados Críticos. La buena noticia en este sentido es que en los últimos diez días no ha habido ningún ingreso nuevo en la UCI, tal y como confirma el doctor Juan Turnes, coordinador de hospitalización COVID en el área sanitaria.

Da la sensación de que empieza a bajar un poco, pero hay que ser muy cautos antes por el número tan grande de pacientes activos

Adolfo Baloira - Jefe de Neumología

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“Hay algunas diferencias sustanciales que es importante destacar. A nivel de cuidados intensivos tenemos siete pacientes y no hemos tenido ningún ingreso en los últimos 10 días. Podemos calificar esta situación de estabilidad probablemente en relación a la circulación universal de la variante ómicron y como una situación que es favorable porque esta menor presión en la UCI repercute favorablemente en el funcionamiento de todo el hospital, tanto del área médica como de la quirúrgica”, resume el facultativo.

Asimismo, destaca que casi 20 pacientes de los ingresados en planta ya han negativizado la infección y, aunque continúan requiriendo ingreso hospitalario, “no precisan de un aislamiento, lo que permite la visita de familiares y una atención con normalidad”.

“Al resto de pacientes, es importante ponerlos en el contexto de la situación de transmisión global en nuestra área sanitaria, en la que llevamos varios días descendiendo el número de casos activos, una vez alcanzado el pico. Es una cifra relativamente baja que permite que el hospital siga funcionando con normalidad y que se preste atención a estos pacientes”, añade.

Por otro lado, respecto a las últimas semanas, ha cambiado el perfil de los pacientes que ingresan. “En un análisis que hemos hecho sobre los últimos 25 ingresos de los últimos cuatro días, llama la atención que tan solo diez de estos 25 se han producido por infecciones respiratorias, por neumonía por COVID, y que de ellos la mitad eran personas que no estaban vacunadas. Los 15 casos restantes han ingresado por otros motivos sin ninguna relación con el COVID: problemas cardíacos, neurológicos, fracturas, etc…”, informa el doctor Turnes.

Es previsible que en las próximas una o dos semanas se mantenga todavía un nivel de ingresos aparentemente alto pero con esta combinación de motivos de ingreso diferentes al COVID

Juan Turnes - Coordinador de hospitalización COVID

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Y en esta línea indica que 58 de los hospitalizados están siendo atendidos por ocho servicios diferentes, “lo que significa un cambio significativo respecto a cómo nos encontrábamos hace unas semanas y hace unos meses”.

“Es previsible que en las próximas una o dos semanas se mantenga todavía un nivel de ingresos aparentemente alto pero con esta combinación de motivos de ingreso diferentes al COVID”, concluye.

Difícil predecir la evolución

Por su parte, el jefe del servicio de Neumología del Complexo Hospitalario de Pontevedra (CHOP), el doctor Adolfo Baloira, llama a la prudencia y recuerda que las cifras de casos activos siguen siendo altas. “Es difícil saber cómo puede evolucionar esto. Parece que hay varios días que hay menos contagios, pero hay que ponerle un interrogante”, considera.

Además, se muestra preocupado por “mucha gente que no se está haciendo los test de antígenos o que si se los hace no dice nada por las consecuencias que esto puede tener en su vida”. “Probablemente tenemos muchos casos no diagnosticados pero reales”.

“Da la sensación de que empieza a bajar un poco, pero hay que ser muy cautos antes por el número tan grande de pacientes activos... Ahora, por ejemplo, hay una pequeña variante de ómicron con dos mutaciones que la puede hacer todavía más transmisible”, advierte, para recordar que el virus entra por la nariz y la boca, “no por el contacto”.

El neumólogo insiste en la importancia de la vacunación: “Casi no hay enfermedad grave en este momento”.

Por otro lado, respecto a la comparación entre el coronavirus con el virus de la gripe, aclara que “la gripe es un virus estacional, que tiene un ciclo y desaparece, además de generar una inmunidad muy potente que sí que protege contra la transmisibilidad de la enfermedad”.

“Hay personas que tienen varios episodios de COVID, mientras que con la gripe es casi imposible en el mismo invierno”, puntualiza Adolfo Baloira.

Varias jornadas de caída en la Boa Vila, con 2.248 casos

El municipio de Pontevedra ha reducido considerablemente en los últimos cinco días los casos activos de coronavirus y ayer se situó en 2.248, frente a los 2.567 del pasado viernes.

En la ciudad se detectaron 1.307 contagios en la última semana, así como un total de 2.916 en catorce días.

Por su parte, en los otros tres principales concellos de la comarca pontevedresa hay activos 650 casos en Marín, 435 en Sanxenxo y 388 en Poio.


45.800 positivos desde 2020  

Desde que se declaró la pandemia del COVID en marzo de 2020 se han infectado con el virus 45.791 personas en el área sanitaria. Esto significa, que de los cerca de 300.000 vecinos de los municipios incluidos en la misma de Pontevedra y O Salnés en algún momento han sido positivos el 15%. Ha sido, precisamente, la variante ómicron la que más ha incrementado este porcentaje en los dos meses que lleva activa, desde el pasado mes de noviembre.

En cuanto a las personas que fallecieron por complicaciones serias debido a la enfermedad, son 240 desde hace casi dos años en el área sanitaria. La mayoría eran personas que presentaban “patologías previas” y de avanzada edad. El último fue un hombre el pasado fin de semana de 87 años que se encontraba ingresado en el Hospital Montecelo de Pontevedra.

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