“El establecimiento Electroquímica del Noroeste, S.A. (Elnosa) cerró su actividad e incluso fue derribado, y el establecimiento Empresa Nacional de Celulosas (Ence) tiene presentes cantidades de sustancias clasificadas por debajo de los umbrales” exigidos. Son los argumentos esgrimidos por la Xunta para derogar, con efectos desde este miércoles, el “Plan de Emergencia Exterior del polígono dos Praceres-Lourizán”. Así consta en el decreto publicado este martes en el Diario Oficial de Galicia, aunque fechado el 29 de diciembre pasado, y que atiende el informe favorable que en junio pasado emitió la Comisión Galega de Protección Civil.
Este comité informó favorablemente la decisión de dejar sin efecto el plan de emergencia exterior del polígono de Praceres-Lourizán, en Pontevedra, al cesar su actividad Elnosa. Así, como esta fábrica ha quedado sin actividad y Ence “no almacena sustancias peligrosas en cantidades que obliguen a contar con plan de emergencia exterior”, ante un posible accidente, se actuará conforme al protocolo de accidentes industriales, según informó la Xunta.
La comisión de emergencias también había aprobado entonces el plan de emergencia del Concello de Cangas, así como los planes de actuación municipal frente al riesgo de incendios del municipio coruñés de O Pino y el pontevedrés de Mondariz. Con ellos, se da continuidad a los trabajos de planificación de respuesta ante los incendios forestales.
Con el objetivo de seguir con las medidas de implantación de emergencias de presas, “sobre todo en casos de zonas afectadas por roturas”, la comisión también informó sobre los planes de actuación municipal frente al riesgo de fractura de la presas de San Pedro, en Nogueira de Ramuín (Ourense); San Pedro, en Coles (Ourense); Pereiro de Aguiar, en Ourense; y Sequeiros, en Quiroga (Lugo).
Esta derogación llega tres años y medio después del cierre efectivo de Elnosa, a finales de julio de 2018, y en medio del debate sobre el futuro de Ence, cuya fábrica está amenazada por tres sentencias de la Audiencia Nacional que derogan la concesión de Costas sobre los terrenos en Lourizán. Precisamente la falta de esa concesión fue la causa final del cierre de la electroquímica, al “no disponer de título jurídico” ante la falta de respuesta de Costas del Estado a su solicitud de ampliación de la concesión, según explicó en su día la compañía.
Mientras parte de la plantilla se trasladó a Torrelavega (Cantabria), el proceso de desmantelamiento de la fábrica comenzó poco después y ya está prácticamente completado.
