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Rebeca Castro | Coordinadora de voluntariado y técnica de prevención de la AECC

“Un 74% de los fumadores ve con buenos ojos la ampliación de espacios sin humo”

La asociación iniciará en febrero en Pontevedra un nuevo curso gratuito para ayudar a dejar de fumar con una terapia grupal

Rebeca Castro en la nueva sede de la AECC de Pontevedra en la calle Eduardo Pondal. | // RAFA VÁZQUEZ Ana López

La Asociación Española Contra el Cáncer de Pontevedra iniciará el próximo mes un nuevo curso gratuito para ayudar a dejar de fumar, que se desarrollará todos los martes entre el 1 de febrero y el 15 de marzo, de 17 a 18.30 horas. Los interesados pueden informarse en el teléfono 900 100 036 o en el correo electrónico pontevedra@contraelcancer.es. También en la nueva sede de la asociación en la calle Eduardo Pondal, número 64.

– El programa cuenta con una tasa de éxito del 60%, ¿qué ocurre con las personas que forman parte del 40% restante?

– Entran en juego diferentes casuísticas. Hay personas que, por diversas razones, abandonan el curso, otras que no se ven capaces de llegar al consumo cero y pueden terminar solo con una reducción... y después está la gran mayoría de ese 40%, que consiguen abandonar en un primero momento el tabaco a través del curso, pero que con el tiempo vuelven a recaer.

– ¿No representan un logro en cierto modo los que reducen el consumo?

– Toda disminución es positiva, pero una persona fumadora lo sigue siendo independientemente del número de cigarrillos que consuma. No hay ninguna cantidad que podamos decir que es segura para la salud. Además, consideramos que es una puerta de entrada para que a medio o largo plazo se vuelva a incrementar el consumo.

El 84% de los casos del cáncer de laringe se debe al tabaquismo

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– ¿Se ha conseguido disminuir el número de fumadores en los últimos años?

– Un poco, con el aumento de la información y la actual Ley Antitabaco. Actualmente se sabe que una de cada tres personas consume tabaco diariamente y que cuatro de cada diez no se plantean dejar de fumar. Sigue siendo mucho. Por eso con estos cursos lo que nos interesa es llegar a esos otros seis y ayudarles a conseguirlo. Uno de nuestros objetivos no es solo el trabajo a nivel individual con las personas que quieran dejarlo, sino que también trabajamos por la petición de una nueva Ley Antitabaco que permita ampliar los espacios sin humo, especialmente en los que hay presentes menores, que están expuestos y que aprenden modelos de conducta perjudiciales para su salud.

– Una de las pocas cosas buenas que ha supuesto la pandemia del COVID es que se ha eliminado el tabaco de las terrazas, por ejemplo...

– Lo importante es conseguir mantenerlo a largo plazo. Quizás esto pueda ser un primer paso. Tenemos un estudio de 2020 que encontró que dos de cada tres personas están de acuerdo con la ampliación de espacios sin humo, inclusive fumadores, de los que un 74% la ven bien o muy bien.

– ¿Cuáles son las principales enfermedades que se asocian con el tabaco, además del cáncer de pulmón?

– El que más se asocia al tabaco es el cáncer de pulmón, pero hay hasta dieciséis tipos relacionados. Otro de los principales es el de laringe, de hecho el 84% de los casos de este cáncer se debe al tabaquismo. También un 50% de los cánceres de vejiga, un 49% de los orofaríngeos o el 33% de los de boca.

– ¿Cuáles son las claves del curso de deshabituación tabáquica de la AECC?

– El curso tiene un formato de terapia grupal con el que se pretende apoyar a aquellas personas que tengan cierta motivación a abandonar el tabaco y dotarles de estrategias y habilidades que les hagan un poco más fácil el proceso. Son nueve sesiones divididas en tres fases: tres para la preparación para la acción, para intentar reducir el consumo de nicotina gradualmente así como potenciar todas las motivaciones; otras tres para la fase de acción, en la que se abandona el consumo y se realiza el acompañamiento en los momentos más complicados, y por último, tres de seguimiento, para apoyar en el mantenimiento y prevenir recaídas.

El grupo funciona como un elemento importante de apoyo y de identificación. Aprenden a través de la experiencia de los demás

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– ¿Qué importancia tiene el hecho de que sea terapia grupal?

– El grupo funciona como un elemento importante de apoyo y de identificación. Aprenden a través de la experiencia de los demás.

– ¿Se puede establecer un perfil de las personas que se inscriben cada año o es variado?

– Hay perfiles muy variados, pero suelen ser personas de mediana edad y más mujeres.

– ¿Cómo llegan al curso?

– Normalmente lo conocen a través de los medios de comunicación, de la información del voluntariado de la AECC e incluso a través de las redes sociales.

– El curso es gratuito pero se solicita un depósito...

– Es un depósito de 60 euros con el que se busca garantizar la asistencia al curso porque si se falta de forma no justificada a diferentes sesiones se descuenta por cada una seis euros. Es una forma de potenciar la adherencia a la actividad.

– Los participantes son seleccionados con entrevistas individuales por parte de las psicólogas, ¿cómo se desarrollan?

– En esa entrevista previa se valora la situación individual de cada persona y que sea el momento adecuado en su vida para hacer este cambio, porque si estamos en un momento vital muy estresante o hay otros acontecimientos en nuestras vidas que se van a llevar gran parte de nuestras energías o atención quizás vale la pena retrasarlo un poco. También se estudia si la motivación es intrínseca a la persona, porque muchas veces son la propia familia u otros agentes externos los que presionan, y no el propio participante.

– ¿Cuáles son los motivos por los que se animan a dejar de fumar?

– Pueden ser varios, pero fundamentalmente los que nos encontramos son dos. Uno es un motivo de salud, porque son conscientes de que fumar es negativo para su salud y la de los que le rodean y porque ya están notando sintomatología indicadora de que algo pasa. El otro es el factor económico. Un tercer factor que se comenta, aunque no tanto como los anteriores, es el intento de ser independiente y de que el consumo de tabaco no les condicione.

“El tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas y una potencialmente adictiva, la nicotina”

– Uno de los principales problemas del tabaco es que, como el alcohol, es una droga aceptada socialmente...

– Sí. El tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas, pero tiene una, la nicotina, que es la potencialmente adictiva, que genera una adicción tan grande que dificulta el abandono del hábito.

– El curso también incluye una orientación en los hábitos saludables, ¿ejercicio y dieta?

– Acompañando la fase de prevención en recaídas, intentamos seguir algunas pautas saludables. Tienen que ver con la dieta y la higiene del sueño, la capacidad para dormir bien. Es un estilo de vida saludable que potencia mucho las posibilidades para dejar de fumar. El tabaco está asociado a muchos momentos de sedentarismo, aburrimiento e incluso al consumo de otras sustancias como el alcohol, de ahí que un estilo de vida diferente va a facilitar su abandono.

– ¿Tienen prevista alguna campaña en centros educativos, institutos, por ejemplo, en los que muchos jóvenes se inician en el hábito?

– Actualmente nuestro objetivo es trabajar en ampliar esos espacios sin humo de los que hablaba en colaboración con las diferentes instituciones de la provincia. Comenzaremos trabajando con los concellos y abordando espacios con menores, como los perímetros de los parques, instalaciones deportivos, zonas alrededor de los centros educativos... Lo que queremos es modificar los entornos, las comunidades, para facilitar que los niños y jóvenes ejecuten la opción saludable. Este año estamos comenzando con alimentación y sedentarismo y a lo largo de los próximos cursos queremos trabajar en otros aspectos como el tabaco.

– ¿Pueden ser las nuevas tecnologías unas aliadas con estas campañas?

– Pues por ejemplo, me gustaría destacar la aplicación para el móvil Respirapp para dejar de fumar, gratuita y puesta en marcha gracias al Plan Nacional sobre Drogas. Se inicia con la reducción del consumo de cigarrillos y finaliza con la prevención de recaídas.

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