Solo faltaba la carta oficial y esa misiva ya está en manos del arzobispo de Santiago, Julián Barrio. En ella, el alcalde, Miguel Fernández Lores, invita a la máxima autoridad católica en Galicia a debatir “el futuro” de la sede de las Obras Misionales Pontificias”, un edificio colindante al convento de Santa Clara, que pertenece al Arzobispado de Santiago, por lo que no entró en la operación de compra, por parte del Concello, del convento de clausura. Ese edificio está en el punto de mira municipal, de ahí que Lores convoque a Barrio para negociar una posible compra y formar parte de “la idea de una reforma integral de todos los espacios que hay alrededor del convento, según se dice en la carta.

El gobierno local está dispuesto a comprarlo, o al menos conseguir su uso, para afrontar su rehabilitación, junto con la del convento y, sobre todo, convertir la actual sede de las Obras Misionales en el principal punto de acceso a los jardines de Santa Clara, donde el Concello quiere crear un amplio parque público. El edificio incluso dispone de una primera valoración técnica, que lo tasa en unos 400.000 euros y el alcalde, Miguel Fernández Lores, entablará contactos con el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, para negociar algún acuerdo al respecto.

Fuentes municipales admiten que los accesos actuales al convento no son los más adecuados para una afluencia masiva de gente. Si bien la zona edificada pasa a manos de la Diputación para albergar nuevas instalaciones del Museo, los 12.000 metros cuadrados exteriores, tanto de jardines como de huerta y de zonas arboladas se quieren convertir en el gran pulmón verde del corazón urbano, pero las soluciones para acceder a ese espacio intramuros es compleja. Una posibilidad es abrir algún hueco en el muro desde la plaza de Barcelos, pero se debe contar con una autorización expresa de Patrimonio ya que se trata de un Bien de Interés cultural, y nunca sería una puerta amplia. De ahí que se piense en las Obras Misionales como alternativa.