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Los centros educativos extreman precauciones en el reinicio del curso

En pleno pico de la sexta ola, y desconocedores aún del número de positivos COVID entre alumnado y profesorado, vigilan las medidas preventivas

Reparto de mascarilla ayer entre alumnos en una de las aulas del IES Sánchez Cantón de Pontevedra. | // GUSTAVO SANTOS

Con hasta cuatro veces más casos activos COVID entre la comunidad educativa que antes de la Navidad, tal y como confirmó ayer el conselleiro de Educación e Universidade, Román Rodríguez, los centros comenzaron este lunes las clases tras el parón de las vacaciones. Si a las propias familias el regreso a las aulas les impone respeto por las consecuencias que un positivo pueda acarrear en su vida diaria, especialmente en lo referido a la conciliación, también las direcciones de los centros están más vigilantes que nunca para evitar que se generen brotes en la medida de lo posible, lo que podría suponer tanto cuarentenas como cierre de aulas y la alteración del normal funcionamiento de los colegios, institutos y facultades.

Carlos Rodríguez, director del IES Sánchez Cantón de Pontevedra, uno de los que cuenta con más alumnado en la ciudad, subraya que “estamos siendo más estrictos que nunca porque no nos podemos olvidar de que estamos en pandemia”. “Estamos centrados en el protocolo e insistiendo en cuestiones como la ventilación en las aulas, la higiene de manos, el uso de gel hidroalcohólico y los circuitos de entrada y salida, tanto a las aulas como al propio centro”, resume.

Por el momento, suman ya cinco casos oficiales de alumnos contagiados, “pero yo tengo constancia de alguno más y me extrañaría que no lleguemos a los 20”, matiza el director del instituto.

“Estamos centrados en el protocolo e insistiendo en cuestiones como la ventilación en las aulas, la higiene de manos, el uso de gel hidroalcohólico y los circuitos de entrada y salida, tanto a las aulas como al propio centro”

Carlos Rodríguez - Director del IES Sánchez Cantón

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Además, en la plataforma oficial en la que se comunican los positivos de cada centro, figuran ya cuatro docentes inscritos. “Suponemos que también serán más porque muchos todavía no se han incorporado y lo irán haciendo a lo largo de la semana, cuando nos iremos enterando”, afirma Carlos Rodríguez.

“El problema es que si ya están en cuarentena o en pleno proceso, ya no les sustituirán por unos pocos días, por lo que estas primeras semanas serán difíciles”, reconoce.

Todos los centros cuentan con circuitos marcados horizontal y verticalmente para la circulación de alumnado, profesorado y otro personal, así como dispensadores de gel hidroalcohólico y, en algunos casos, mamparas divisorias cuando no se puede mantener la distancia mínima.

Apertura de una ventana ayer en el CEIP Barcelos. // Gustavo Santos

Universidad

Este curso la Universidade de Vigo ha apostado por la presencialidad tomando todas las precauciones posibles. Tanto es así que en el cribado entre toda la comunidad universitaria que se realizó entre el 6 de diciembre y el pasado 2 de enero en el campus pontevedrés solo resultaron 18 positivos, 62 en toda la Universidade de Vigo, con una incidencia de menos de 90 casos por cada 100.000.

“Mantendremos igualmente ahora el modo presencial para todas las titulaciones del campus tanto en las clases como para los exámenes, como es el caso ahora, con la máxima seguridad”, informa Jorge Soto, vicerrector en Pontevedra. “Todos estos protocolos están aprobados por los órganos de gobierno”, añade.

Lo que más preocupa en el ámbito universitario “es la adaptación para aquellas personas que no puedan acudir presencialmente”. “Los propios centros saben cómo hacer en cada caso”, indica Soto.

Podemos presumir de que las aulas de la universidad son seguras

Jorge Soto - Vicerrector del campus universitario

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Para garantizar el correcto y normal funcionamiento de la vida universitaria, ayer mismo se inició un cribado con test de saliva entre el profesorado y el PAS (personal administrativo y de servicios) del campus. “Cada trabajador recoge el bote en la conserjería y el día 12, el miércoles, lo devuelve con la muestra”, asegura el vicerrector.

Por ahora, no tiene constancia de que haya positivos ni entre los alumnos ni entre el profesorado. “Ahora mismo estamos en un momento de absoluta normalidad. Podemos presumir de que las aulas de la universidad son seguras. No hubo ningún brote dentro de la institución, lo que habla muy bien tanto de las medidas puestas en marcha como de la responsabilidad de la gente y que esto está funcionando”, indica.

En todo caso, hace un llamamiento a “no relajarnos”. “Por el momento a la pandemia la tenemos controlada y estamos satisfechos en ese sentido”, concluye.

Preocupación de la Fanpa

Entre las voces críticas con la gestión de la pandemia respecto a las medidas preventivas para frenar la pandemia en el ámbito educativo destaca la Federación de Asociación de Nais e Pais de Alumnas e Alumnos, Fanpa, de Pontevedra. Su presidente, Rogelio Carballo, que también está al frente de la Confapa de Galicia, recuerda que “estamos en la cresta de esta sexta ola y pensamos que las medidas que se están tomando son bastante laxas para la situación en la que estamos”. “El año pasado, con muchos menos incidencia del virus, teníamos desdobles de aulas y demás, mientras que este curso ha sido todo lo contrario e incluso se ha aumentado el número de alumnos mínimo para que se considere un brote”, se lamenta.

“También nos preocupa muchísimo la situación en la que está el alumnado. Con tantos confinamientos y cuarentenas, hay alumnos que se están perdiendo, o se van a perder, clases y el sistema no tiene respuesta para ellos”, añade Carballo.

“Ya advertimos en su momento que hacer los desdobles era un error y ahí están"

Rogelio Carballo - Presidente de la Fanpa

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En su opinión desde el gobierno autonómico se están tomando decisiones “con hechos consumados”. “Ya advertimos en su momento que hacer los desdobles era un error y ahí están. La publicidad institucional, tanto aquí como en Madrid, habla de que los espacios educativos son seguros, pero lo son tanto como en el resto de la sociedad. Sobre todo ahora que no hay ningún tipo de separación entre el alumnado ni aulas con dimensiones reducidas para contener el avance de la pandemia. Es difícil comulgar con la idea de son espacios seguros. Ahora mismo las aula son tan seguras como un bar”, resume.

Sí celebra el hecho de que la Consellería de Educación e Universidade se haya comprometido a contratar profesores nuevos en el mismo día en el que falte alguno por coronavirus. “Hasta ahora no fue cierto, pero veremos si lo será. Nos cuesta verlo”, reconoce.

Desde la Fanpa están convencidos de que la pauta completa de la vacunación en los niños va a ser “un requisito para nuestras actividades” a partir del mes de junio.

“Las colas que vimos en el vacunódromo cuando se comenzó a vacunar a los niños eran importantes, así que esperamos que todos los padres estén llevando a sus hijos”, desea el presidente de la Fanpa.

Cuatro veces más casos que antes de la Navidad

Las vacaciones de Navidad comenzaron en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés son 533 casos activos de COVID en el ámbito educativo no universitario, según los datos facilitados por las consellerías de Sanidade y Educación de la Xunta. Era el 22 de diciembre y en aquellos momentos a nivel gallego había 3.059 casos en las escuelas infantiles, colegios e institutos. El número de aulas cerradas era de 28 en el área sanitaria y 185 en Galicia. Tal y como informó ayer el conselleiro de Educación, estas cifras de contagiados se han multiplicado por cuatro, alcanzando los 13.000 en la comunidad autónoma. No especificó, sin embargo, la cifra por áreas sanitarias concretas. En cualquier caso, este inicio de año viene marcado por las nuevas instrucciones desde la Xunta de Galicia en el paso de la fase de contención de la pandemia a la de mitigación. Ahora no todos los contactos estrechos tienen que hacer cuarentena. Estarán exentos los asintomáticos completamente vacunados en la fecha del último contacto con el caso confirmado, excepto inmunodeprimidos, entre otros. Los contactos estrechos sin síntomas que tuvieron COVID en los últimos seis meses también estarán exentos. Eso sí, estos contactos estrechos sin cuarentena estarán en vigilancia durante los 10 días posteriores al último contacto con el positivo confirmado y no se les realizará la prueba de detección salvo en ámbitos de vulnerabilidad, incluyendo centros sanitarios y sociosanitarios. Pueden realizar actividades esenciales como acudir al puesto de trabajo y, con carácter general, no procede la baja laboral.

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