La San Silvestre no solo fue una forma saludable y divertida de despedir el año con humor y deporte, sino que también demostró que los pontevedreses, también en tiempos duros de pandemia, son capaces de romper todas las marcas de solidaridad: Y es que la prueba celebrada el pasado 31 de diciembre recaudó 2,3 toneladas de alimentos y productos no perecederos que aportaron los participantes en la carrera en la tradicional recogida solidaria.

Se trata de un “récord histórico” en el que esta clásica carrera popular tuvo que volver a renunciar a su espectacular salida masiva desde la avenida de Montero Ríos como consecuencia de las medidas de seguridad para frenar el avance del COVID-19. No obstante, la carrera volvió a reinventarse y dejó el centro por el entorno natural de A Xunqueira de Alba con salidas de grupos de 150 personas en distintas tandas.

Los alimentos recogidos fueron entregados ayer al Banco de Alimentos de Pontevedra y Vigo (en el almacén de la entidad en calle Faustino Santalices) por parte de la presidenta de la Sociedad Ximnástica, Charo Castro; el director de la prueba, Víctor Riobó; y el teniente de alcalde, Tino Fernández; al presidente del Banco de Alimentos, José Luis Doval.

Tino Fernández resaltó que una vez más se demostró que “en Pontevedra somos campeones en organizar eventos deportivos y también en ser solidarios dentro de esos eventos”. El concejal socialista quiso agradecer a los vecinos y vecinas de Pontevedra que hayan sido “tan ejemplares a la hora de ayudar a los más necesitados”. Riobó también puso de manifiesto que el apartado solidario “siempre fue una parte muy importante de la San Silvestre y este año tuvo una buenísima acogida”. José Luis Doval se mostró “encantado”. “No esperábamos esta recogida tan extraordinaria por lo que se lo agradecemos mucho a la Gimnástica y a la concejalía”, indicó.