El Museo de Pontevedra quiere conocer los “misterios” de la historia del convento de Santa Clara. Así lo manifestó este martes el vicepresidente de la Diputación César Mosquera, quien calificó como imprescindible conocer el estado de las instalaciones y también cómo ha evolucionado en el tiempo con el fin de distinguir los elementos más relevantes para preservar y potenciar o para descartarse en lo que probablemente será un nuevo edificio del Museo Provincial.

Mosquera destacó que un equipo multidisciplinar del Museo ya redacta las bases del contrato de los estudios arqueológicos, histórico-artísticos y de construcción del convento, así como de la huerta. Se trata de afinar al máximo las cuestiones que deben incluirse en la obra, para lo que se realizó este martes una visita técnica “in situ” con el fin de tomar contacto directo con las instalaciones. Asistieron el director del Museo Xosé Manuel Rey, la directora gerente Sonia Mateos, Ángeles Tilve, directora de colecciones del Museo, la jefa de la Estación Fitopatológica do Areeiro Carmen Salinero, el arqueólogo provincial Rafael Rodríguez, y el arquitecto de proyectos de construcción Javier Reboreda, así como el propio Mosquera y el concejal de Urbanismo Joaquín Moreda.

“Tenemos que saber muchas cuestiones para empezar a trabajar, como punto de partida”, dijo Mosquera, quien añadió que entre los “misterios relevantes” que hay que conocer está la ubicación de los enterramientos además de los ya conocidos del jardín y claustro, del siglo XV y otro del XX. Señaló que hay un “hueco en el tiempo en el que no se sabe donde se hicieron y es necesario ubicarlos para tratarlos como se merecen”.

Recordó que, si bien históricamente se sabía que el casco histórico de Pontevedra era de época romana y medieval, con las catas realizadas en el Mercado, los aparcamientos, Valentín García Escudero o la calle Princesa “cambió radicalmente el panorama”.

“Queremos poner más en valor todo: conocer nuestra historia a través de Santa Clara, porque Santa Clara ya llevaba aquí mucho tiempo cuando se construyó la Basílica de Santa María y mucho más la Peregrina. Seguro que nos deparará grandes sorpresas, agradables en su mayoría”, dijo.

Mosquera insistió en que si empezaban a trabajar, arqueólogos, historiadores, especialistas en arte e historia podrían pasar dos o tres años profundizando en el tema, pero recalcó que es necesario hacer las cosas bien pero rápido. La idea, de hecho, es que este mes de enero esté lista la licitación para la contratación de los estudios para que la empresa pueda entregar la obra en dos meses y medio después de la licitación.

Por su parte, el director del Museo Xosé Manuel Rey explicó que las obras que se contratarán no serán finalistas, “sino un principio para poder ver hacia donde tenemos que avanzar”. “Santa Clara es una cápsula del tiempo que durante 750 años ha estado completamente aislada y hoy entramos con una perspectiva completamente diferente”, dijo.

Destacó la necesidad de que participe un equipo multidisciplinar que integre diferentes áreas de conocimiento para obtener una primera lectura de cómo ha evolucionado la construcción, “qué partes son realmente importantes, otras menos relevantes desde el punto de vista histórico o artístico”. A partir de ahí seguramente será necesario ampliar los estudios, dijo.

“Ahora vamos a proponer un número muy importante de excavaciones arqueológicas distribuidas en los 15.000 metros cuadrados de la finca. Estamos absolutamente seguros de que algunos sondeos serán negativos pero otras positivos, y si son positivas tendremos que ampliarlos. Es una obra que se concibe como un primer contacto con un espacio tremendamente complejo que ha sufrido muchas transformaciones internas y que hoy debemos intentar leer ”, concluyó.