Claudio Massoni regenta desde hace cinco años el bar “La Bodeguilla”, en la calle Sagasta, una de las principales arterias de Caldas de Reis. Allí vendió, según explica, unos 25 décimos del cuarto premio vendido en la administración número 1 de esta villa.
Claudio explica que debido al COVID-19 últimamente abría menos horario del previsto, de lunes a viernes y generalmente en horario más vespertino.
En su caso explica que los décimos lo adquirieron preferentemente clientes del bar, “habituales del negocio, son de Caldas de Reis y de los alrededores”.
Claudio, que posaba ayer con su perro Remo ante el bar, explica que también había sido previsor y que se había quedado con un décimo. “Otras veces me había quedado con más y no me había tocado dijo en broma”; pero se mostró satisfecho con el premio que “siempre te saca de unos apuros”. En su caso aseguró que se lo va a gastar en salud.