Personal del Concello de Pontevedra, que mantiene desde hace semanas un abierto enfrentamiento con el gobierno local por cuestiones laborales, se ha movilziado este miércoles ante el pleno de la corporación para poner de manifiesto que el conflicto sigue abierto. Además, aprovecharon para mostrar ese "divorcio" colocando a las puertas del Tearto Principal el tradicional aguinaldo de navidad. Un gran número de botellas de vino espumoso "decoran" la fachada del edificio.
Hace unas semanas las seis organizaciones que representan a los trabajadores del Concello (CSIF, SPPME, CC OO, UGT, CIG y Afumpo) anunciaban que sopesan convocar una huelga por este conflicto laboral. Los representantes de estos sindicatos acusan a la concejala de Personal, Carmen Fouces, de archivar en el año 2020 “de forma unilateral” el acuerdo alcanzado en una mesa de negociación con el anterior concejal responsable de esta área, Vicente Legísima. Aseguraron que desde entonces, “lo que ella llama negociación es imposición, es dictadura y es falta de diálogo”.
Para la junta de Personal, “el Concello de Pontevedra tiene un déficit de personal muy importante y la plantilla está quemada”, lo que repercute negativamente en la atención a la ciudadanía.
Los representantes de los trabajadores municipales reclaman un incremento de la plantilla que fijan en alrededor del 25% para poder ofrecer un buen servicio. Han alertado de que los Bomberos, la Policía Local, Benestar Social o las brigadas operativas están en una “situación complicada” por la “gran carga de trabajo” derivada de la falta de personal. Además en algunos casos, acusan, ese déficit se suple “con la privatización de servicios”.
Enfrente, la concejala de Personal, Carmen Fouces, ha reiterado que el archivo del acuerdo alcanzado en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) es “una decisión que está tomada”, basada en que “se estaba en situación de análisis cuando llegó la pandemia y eso cambió totalmente el panorama”. Según Fouces, 520 funcionarios son suficientes para 84.000 habitantes.