Después de varios años con dificultades para cubrir todas las plazas de socorristas y la merma de personal que provocó el último verano el COVID, Sanxenxo ha optado por privatizar este servicio en las playas, un proyecto que maneja desde hace meses. Así, el Consejo de Turismo ya ha dado luz verde a la incoación del expediente del concurso del servicio de salvamento y socorrismo en playas por 1,3 millones de euros por dos años. El contrato saldrá a licitación la próxima semana para que los interesados puedan presentar sus ofertas. El pliego de condiciones que contempla dos prórrogas del servicio incluye, en el apartado de mejoras, el incremento de entre 300 y 200 horas de vigilancia en horario de fin de semana.

El servicio ha tenido un importante crecimiento en Sanxenxo desde 2016, al pasar de 10 banderas azules a las 17 actuales, por lo que se opta por un modelo de gestión externalizado que ya se aplica mayoritariamente en otros importantes destinos turísticos.

El nuevo pliego incluye la anticipación del servicio, como todos los años, en Areas, Silgar, Canelas y Montalvo, arenales más concurridos que contarán con socorristas desde el 15 de junio al 15 de septiembre, mientras que en los trece arenales restantes con bandera azul el servicio estará operativo desde el 1 de julio al 31 de agosto en horario de 12 a 20 horas. Un total de 46 socorristas estarán repartidos por las 17 playas cuando el servicio esté activo el próximo verano.

En cuanto al equipamiento, a las embarcaciones y motos náuticas habituales, el servicio se reforzará con una moto para las tareas regulares de inspección, supervisión y control de los arenales, así como un vehículo de intervención para el traslado de personal en una emergencia. La dotación de material contempla, como mínimo, por cada módulo: Un desfibrilador, un equipo de férulas semirrígidas, balón o botella de oxígeno medicinal, mochila de primeros auxilios, balón autoinflable o ventilador manual, máscaras de bajo y alto flujo, collarín cervical, tensiómetro, termómetro, mantas térmicas, a los que se suman productos y diferentes apósitos para curas o golpes. En las playas de Panadeira, Silgar, Baltar, Caneliñas y Canelas deberán contar con una silla anfibia para el baño de personas con problemas de movilidad, así como muletas anfibias.

Con la entrada en vigor de la primera ordenanza de playas en Sanxenxo, el pliego recoge la realización de campañas de concienciación y cuidado de los espacios naturales para dar cumplimiento al nuevo reglamento que deberá realizar la adjudicataria a lo largo del verano para dar a conocer la normativa.

La empresa adjudicataria deberá contar con una amplia experiencia en el sector de salvamento y socorrismo en medios naturales durante al menos los últimos tres años para garantizar la mejor cobertura y profesionales posibles en las playas.