La Fiscalía pedirá un año de cárcel para Ramiro Cedeira, un trabajador de la fábrica de Ence en Pontevedra, por los altercados ocurridos el pasado mes de marzo durante un encierro de la plantilla en el Concello y el la que se dieron varias paradas al coche del alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores.

Así lo ha indicado el sindicato Comisiones Obreras, al que pertenece este trabajador que, junto con una decena de compañeros, se encerraron en el Ayuntamiento de Pontevedra para protestar por la postura del gobierno municipal contraria a la permanencia de la factoría.

En su comportamiento "no hubo ninguna actuación delictiva", según el secretario de organización de CC.OO. José Luis García Pedrosa, que ha reconocido que hubo "cánticos" contra el alcalde y patadas a su coche cuando abandonó la sede municipal.

Tras lamentar que "quieran presentar a los trabajadores de Ence como violentos", García Pedrosa ha avanzado que el sindicato asumirá la defensa del trabajador investigado por atentado contra la autoridad e iniciará una campaña informativa para denunciar el caso.

El trabajador afectado, para el que el fiscal también pide una multa de 1.400 euros, asegura que "lo único" que hizo fue defender su puesto de trabajo.

"Y lo seguiré haciendo. No he hecho nada ni he maltratado a nadie", ha señalado Cedeira en rueda de prensa, quien ha lamentado que le hayan tratado como un "delincuente".

El empleado centra su defensa en que el coche del regidor no sufrió ningún desperfecto durante los incidentes y en que el delito de atentado contra la autoridad no puede aplicársele solo a él cuando se trata de una protesta colectiva.

Desde CC.OO censuran además la campaña de "represión" que sufren por parte del Ayuntamiento de Pontevedra, al que responsabilizan directamente de la inseguridad jurídica en la que se encuentra inmerso el proyecto industrial de Ence en Galicia.