El COVID no da respiro en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés, que vive otro día "negro", agravado por los cinco fallecidos en poco más de una semana. El Sergas ha notificado este lunes una nueva víctima mortal, una mujer de 91 años que murió el pasado domingo.

Es el cuarto día consecutivo con más de cien contagios en 24 horas, en concreto 113, y se supera la barrera de los mil casos activos. Son 1.033 las personas que a día de hoy padecen la enfermedad, 79 más que en la jornada anterior, después de que el Sergas contabilizara, con los datos actualizados a las 18.00 horas del domingo, un total de 33 altas.

Además, sigue subiendo la presión hospitalaria, con 34 pacientes ingresados en Montecelo, el Provincial y O Salnés. Son tres más que el domingo, aunque la UCI se estabiliza desde hace varios días en los tres críticos. De este modo, el área Pontevedra-O Salnés se mantiene como la tercera de Galicia con más hospitalizados, por detrás de Vigo y Ourense, con 67 cada uno.

El dato más negativo es el repunte de los fallecimientos, ya que desde el pasado 28 de noviembre el Sergas ha notificado cinco víctimas mortales. Las dos últimas se registraron el domingo, una mujer de 93 años notificada ese mismo día y otra de 91, de cuyo fallecimiento se ha informado este lunes, mientras que el sábado era un varón de 75. El día 1 moría una mujer de 81 años y el 28 de noviembre lo hacía un hombre de 92.

Marín se mantiene como el municipio de la comarca con mayor incidencia acumulada a 14 días. Ya supera la frontera de los 500 casos por cada cien mil habitantes, con más de 120 enfermos activos. También es muy preocupante la situación de Pontevedra, Vilaboa, Poio, Moraña y Ponte Caldelas, todos ellos por encima de los 250 casos por cada cien mil habitantes a 14 días.

Con una incidencia a dos semanas de más de 150 están Cerdedo-Cotobade, Barro, Portas y Campo Lameiro, mientras que Sanxenxo, Caldas y Cuntis están por debajo de ese límite. La mejor situación, por el momento, la presenta A Lama, sin casos en la última semana.

Esta escalada imparable del COVID pone en jaque la celebración de la navidad ante la posible imposición de restricciones y la suspensión de celebraciones y actividades, toda vez que ya se registran los mismos casos en el área que hace un año. Las autoridades sanitarias quizás aguarden a ver qué ocurre tres el actual puente festivo para adoptar posibles medidas, si bien ya se han activado en Montecelo y el Hospital Provincial áreas específicas para atender a estos enfermos, si bien la presión en la UCI es menor que en las navidades pasadas.