El anuncio de la eliminación este mismo curso de los exámenes de recuperación para los estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) no preocupa demasiado a las academias de Pontevedra, que aseguran que su alumnado es variado y que, en todo caso, aguardarán para ver cómo evoluciona este verano antes de tomar decisiones relativas a su reorganización e incluso reorientación. Incluso aquellas en las que la mayoría de sus clientes son estudiantes de la ESO se muestran tranquilas y a la espera de ver cómo concluye el curso actual.
El Real Decreto del Gobierno permite promocionar y graduarse con suspensos. Pero no concreta el número. La normativa sitúa la repetición de curso como algo “excepcional”. Desvincula el número de suspensos de la promoción y la titulación, al entenderlas como decisiones colegiadas y dejarlas en manos del equipo docente.
Cristina del Prado, profesora en la academia “Educamos” reconoce que “no hemos preparado nada, esperaremos a tomar algún tipo de medida tras el verano”.
También confiesa que no está preocupada porque mucha de su actividad se basa en clases de español, “con lo cual, en caso de que nos fallase el alumnado de la ESO, compensaríamos con más horas para extranjeros”.
“Los profesores en los institutos pelean con molinos de viento y nosotros seguiremos trabajando en la medida en que el trabajo venga, no va a cambiar nada”
Considera, en todo caso, que la readaptación no sería tan dura como la del año pasado, con la pandemia del COVID, “que fue un año durísimo”. “Este año comparado con aquel no va nada mal”, celebra.
Trabajo complementario
Desde la “Academia Teucro”, Ángel Garrido subraya que la preocupación en esta área “deberían tenerla los padres, por el decrecimiento del sistema educativo”.
“Nosotros seguiremos abiertos en verano y trabajando porque hay muchas familias que entienden que hoy en día la herencia son los conocimientos, no una vivienda como ocurría antes”, afirma.
“Los profesores en los institutos pelean con molinos de viento y nosotros seguiremos trabajando en la medida en que el trabajo venga, no va a cambiar nada”, añade.
En este sentido, destaca que el trabajo de las academias de apoyo es fundamental, “porque si un alumno aprovecha un 25% en el instituto, yo sé que le tengo que dar el 75%”. “Trabajamos para dar calidad”.
“Las academias hacemos un trabajo complementario al que se da en las clases, no somos mejores ni peores. Nos esforzamos por los niños y conseguimos que muchos de ellos que estaban en un pozo terminen viendo la luz”, concluye.
Expertos en adaptación
“La verdad es que las academias llevamos años adaptándonos a nuevas situaciones. Es lo que nos queda para poder sobrevivir”. Así de rotunda se expresa Mary Quintáns, de “Thema”.
También ella reconoce no estar preocupada por la eliminación de los exámenes de recuperación de la ESO “porque es el primer verano y después de lo del COVID nada puede ser peor, pero intentaremos luchar”.
“La verdad es que las academias llevamos años adaptándonos a nuevas situaciones. Es lo que nos queda para poder sobrevivir”
Asimismo, manifiesta que “el tiempo marcará los pasos que debemos dar y qué adaptación debemos acometer”.
En su caso recalca que su alumnado no solo es de recuperación, “sino que tenemos de otros sectores, mucho más amplio”.
Mayoría de opositores
Hay muchos centros cuyo fuerte son otro tipo de estudiantes, como los opositores. Es el caso de “Alfer”.
Conchi García, indica que igualmente no sienten preocupación “porque en las academias ya estamos acostumbrados a adaptarnos a cambios”.
De igual modo, en “Academia Enot” también afirman que “el verano no es nuestro fuerte”, de ahí que no teman que la eliminación de los exámenes de septiembre vaya a ser decisivo en su futuro, pese a que todo su alumnado sí sea de la ESO.
