Los “brotes verdes” en el sector de la construcción se detectan desde hace meses. Al margen de los problemas internacionales de suministro de materiales, las promociones de viviendas en la ciudad florecen en todo el casco urbano, desde las rehabilitaciones en el centro histórico a nuevos edificios en A Parda, Eduardo Pondal, Valdecorvos o Josefina Arruti, por ejemplo. El año 2021 se perfila como el de la recuperación, pero 2020, pese a la notable incidencia del COVID, ya mostró síntomas de mejoría, como se pone de manifiesto en los datos que acaba de hacer públicos el Instituto Galego de Estatística (IGE).
Un reciente estudio sobre el número de licencias urbanísticas concedidas en la ciudad, comparando los últimos años, pone de manifiesto que 2020 fue el mejor ejercicio de la última década, con 38 autorizaciones de este tipo. Queda muy lejos de las 125 de 2002 o incluso las 82 de 2005, pero supone más del doble de todas las licencias concedidas en 2017, que fueron solo 18. E incluso hubo años mucho peores, como 2013 (con 15) o 2014, con solo nueve.
De esos 38 permisos, 17 correspondieron a inmuebles de nueva planta, y otros 21 a rehabilitaciones. Entre los primeros, todos fueron edificios residenciales, con una superficie de más de 47.500 metros cuadrados, lo que equivalió a algo más de 230 viviendas. En 2020, la variación neta del parque de viviendas fue de 244 pisos más, la cifra más alta desde 2010, si bien sin alcanzar las cifras de récord de la época de mayor esplendor del “ladrillo”, como ocurría en 2000 (1.173 viviendas más en la ciudad) o en 2002, con una variación positiva de 1.004.
Junto a Pontevedra, el otra gran foco del sector en la comarca es el municipio de Sanxenxo, territorio que en sus mejores años llegó a otorgar más de 150 licencias en doce meses. Los datos del IGE ponen de manifiesto que la crisis del sector resistió mejor en Sanxenxo, hasta el punto de que en 2020 se concedieron más permisos de este tipo que en la capital, un total de 42, más de la mitad de edificios de nueva planta. También se observa una actividad notable en Marín, concello que cerró el pasado año con 36 licencias, muy cerca de las registradas en Pontevedra. Ese volumen supone el mejor balance anual desde 2003, cuando se contabilizaron 22 permisos, mientras que en los tres ejercicios anteriores se superaron los cuarenta.
En el caso de Poio, las autorizaciones del pasado ejercicio fueron 21, un número que se superó en 2016 (26) y en 2008, con 33 permisos.
Pontevedra, donde mas subió el alquiler
El precio medio de la vivienda en alquiler se situó en noviembre en los 10,5 euros el metro cuadrado, lo que supone una caída del 5,9% respecto al mismo mes de 2020, más acusada en Madrid (-4,9%) que en Barcelona (-1,7%), según el portal inmobiliario Idealista.
Los alquileres descendieron en el último año en cuatro comunidades autónomas: Madrid (-5,7%), Cataluña (-4%), Castilla y León (-1%) y Comunidad Valenciana (-0,6%), y subieron en Cantabria (7,1%), Galicia (5,4%), Castilla-La Mancha (3,5%), Canarias (3,1 %), Murcia (3 %), Navarra (2,5 %), Extremadura y Asturias (2,1 % en ambos casos), Aragón (2 %), La Rioja (1,5 %), Euskadi (1,1 %), Baleares (0,4 %) y Andalucía (0,1 %). Solo siete capitales han experimentado caídas en el precio de la vivienda en alquiler: Ourense (-7,9 %), Madrid (-4,9 %), León (-4 %), Granada (-3,2 %), Salamanca (-2,4 %), Jaén (-1,9 %) y Barcelona (-1,7 %). En el lado contrario, Pontevedra es la capital en la que más han crecido las rentas (10,5 %), seguida de Zamora (8,2 %), Albacete (8,1 %), Huelva (6,7 %) y Santa Cruz de Tenerife (6,6 %).
