Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las guardianas del mercado

Dos águilas sobrevuelan las instalaciones para controlar la presencia de palomas y otras aves en las mismas

La concelleira Yoya Blanco con los responsables de la empresa Larus y las águilas. | // RAFA VÁZQUEZ Cristina Prieto

Igual que sucede en los aeropuertos, dos águilas de harris son las encargadas de mantener a raya a otras especies, especialmente palomas, en el mercado de abastos de Pontevedra. Otea y Mora, dos aves rapaces de la empresa Larus, realizaron ayer sus primeros vuelos controlados de carácter preventivo por las instalaciones de la calle Serra. Su simple presencia ya es suficiente para intimidar y espantar a otras especies que puedan incomodar a los usuarios e incluso suponer algún riesgo sanitario.

La concelleira de Promoción Económica, Yoya Blanco, se desplazó hasta la plaza de abastos para inspeccionar estas primeras tareas de control. “Comienzan las visitas de la empresa Larus para el control de aves. Vamos a dejar que hagan su trabajo aprovechando que los lunes hay mucha menos gente en el mercado y así no estarán estresadas y podrán hacer su vuelo”, comentó la edil socialista, que recalcó que “es necesario para el mercado el control de aves, especialmente el de palomas”.

El responsable de Larus, Juan Fraga, explicó en qué consiste este tipo de actuación en el mercado. “Vamos a introducir un depredador dentro de un espacio donde no lo había. Con esto se conseguirá que las palomas asimilen este lugar como una zona en la que no están a gusto, moviéndose para fuera de las instalaciones”, comentó. Así, el objetivo es “tratar de espantar a los ejemplares que se están quedando aquí. Se trata de un pequeño grupo de paloma común que se está quedando dentro de las instalaciones”.

Uno de los vuelos realizados ayer. | // RAFA VÁZQUEZ

No será, además, la única actuación que llevará a cabo esta empresa de control de aves. “Vamos a volar las águilas de harris y, a parte de esto, otros sistemas que utilizaremos en las instalaciones para intentar infundirles un miedo real y que no vuelvan por aquí”, apuntó.

Sobre la necesidad de llevar a cabo más intervenciones de este estilo en el futuro, Fraga señaló que “va a depender de las palomas que haya en el entorno. Había una población pequeña de dos o tres palomas que estaban aquí todo el día, entendemos que con esta intervención conseguiremos que se vayan. Pero es un espacio abierto, siempre va a haber comidas, flujo de entradas y salidas... Dependerá de cómo respondan”.

En este sentido, explicó que “las palomas aparecerán cuando el espacio se vacíe para buscar restos de comida”. Fue en ese momento, en torno a las 15.30 horas de ayer, cuando se actuó con las águilas de harris, “además de otros métodos que tenemos preparados”

Compartir el artículo

stats