Los albergues que dan cobijo a los “sin techo” ya se preparan para los “llenos” del invierno

Los albergues sociales de Pontevedra para personas “sin techo” todavía no acusan el lleno del invierno y la disponibilidad de plazas para usuarios que quieran pasar la noche a buen recaudo en la ciudad implica que desde el Concello no se active aún el conocido como “protocolo del frío”. Aún así, todos se preparan para hacer frente a la inminente demanda.

Así lo confirman fuentes de la Concellería de Benestar Social. “El frío llegó rápido pero el protocolo no está activado porque desde los albergues nos indican que hay huecos disponibles para dormir”, asegura la trabajadora social Patricia González.

En este sentido, recuerda que el más solicitado es, como cada año, el de Calor y Café, por su céntrica ubicación, en la calle Casimiro Gómez, más cómoda para los transeúntes. “Es en el que quedan menos plazas, pero todavía hay alguna”, afirma.

En el de San Javier de Cáritas, en la calle Irlanda de Monte Porreiro, la demanda, por motivos obvios de desplazamiento, es mucho menor, por lo que cada invierno es el último en llenarse.

Por lo general, el "protocolo del frío" se activa en diciembre, en cuanto se agotan las plazas en los albergues

“Las trabajadoras sociales de los albergues son las que nos dan el aviso cuando escasean las plazas, aunque nosotros estamos pendientes a diario, sobre todo estos días al ver que las temperaturas bajaban por las noches”, añade Patricia González.

El concelleiro de Benestar Social, Marcos Rey, recuerda que el albergue de “Calor y Café” cuenta con 12 plazas, mientras que el de Cáritas ofrece 20. “Tienen alguna menos a causa de la pandemia del COVID, pero la cifra original ya casi se ha recuperado”, indica.

Otra de las cuestiones que influyen en el nivel de ocupación de los albergues este año es que “los transeúntes están rotando mucho, lo que facilita que haya más opciones de que haya camas disponibles” en la ciudad, según Rey.

Por lo general, el Concello de Pontevedra activa el protocolo por frío para personas de la calle a principios del mes de diciembre. consiste en la gestión de las plazas en los albergues para los “sin techo” con su ampliación a través de un convenio con un establecimiento privado, normalmente un hostal o pensión.

La idea es que “nadie tenga que pasar estas gélidas noches en la calle”, tal y como asegura el concelleiro de Benestar Social.

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