En agosto de 2019, un grupo de peregrinos entre los que se encontraban jóvenes que con problemas de inserción social comenzaron a realizar el camino a Santiago en Lisboa. Entre ellos se encontraba el ciudadano alemán Bjorn Hoffmann, que entonces desconocía que nunca podría alcanzar la meta de Compostela y, posteriormente, Fisterra, dado que la intención del grupo era caminar hasta el fin de la tierra para los romanos.
Hoffmann murió en Pontevedra, tras una desafortunada reyerta a la salida de un pub en la que se vio envuelto el 12 de agosto de aquel año. Después de la investigación realizada por el juzgado de instrucción número 2 de la ciudad del Lérez, el caso está ya en manos del Penal 2, que será el encargado de juzgarlo.
Tras la instrucción, la Fiscalía de Pontevedra ha cerrado la acusación y de los dos detenidos por aquella agresión, uno de ellos será juzgado por un delito de homicidio imprudente.
Según el escrito de la Fiscalía, uno de los dos acusados (que son vecinos de Pontevedra y Marín) tuvo una discusión con Hoffmann a la salida de una discoteca en la calle Benito Corbal y propinó “un puñetazo en la cara” al ciudadano alemán que dio lugar a que “se cayese al suelo y se golpease fuertemente la cabeza con el pavimento”. Un golpe, el de la caída, que le ocasionó el traumatismo cráneo encefálico severo que le acabó provocando la muerte en el hospital Álvaro Cunqueiro el 25 de ese mismo mes.
Momentos después de la agresión, el segundo acusado le dio patadas en la cabeza a la víctima, siempre según la versión de la Fiscalía, aunque estos golpes “únicamente le produjeron lesiones de carácter leve” que no se pueden asociar a las que le acabaron por causar la muerte.
La Fiscalía pide tres años y medio de cárcel para el acusado de dar el puñetazo a la víctima que lo tiró al suelo, en donde al caer, sufrió el golpe que lo acabó matando
Así, la Fiscalía reclama la imposición de una pena de tres años y medio de prisión para el acusado que supuestamente le dio el puñetazo a la víctima y que le hizo caer al suelo. Se le acusa de un delito de lesiones en concurso con otro de homicidio imprudente. Para el segundo acusado solicita una multa de dos meses a razón de 10 euros al día por la agresión leve que sufrió este ciudadano alemán cuando estaba ya en el suelo.
La Fiscalía pide también una indemnización de 150.000 euros para su hija
Hoffmann tenía 43 años de edad cuando falleció y una hija de 13 años. El Ministerio Público pide que sea indemnizada por el principal acusado con 150.000 euros.
Los amigos de Bjorn Hoffmann contaron que todo en este caso estuvo rodeado de una gran mala suerte. Y es que, según la versión que dieron entonces, este ciudadano alemán no acudió al médico hasta unas 24 horas después de los hechos, cuando comenzó a sentirse mal en Caldas de Reis.
