Fue en su día considerado el “rey de las orquestas en Galicia” pero aquellos años de dominio de las verbenas en toda la comunidad autónoma le llevaron a sufrir un verdadero “vía crucis” judicial en la última década. Ángel Martínez Pérez, más conocido como “Lito”, está citado de nuevo para sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Pontevedra el próximo jueves, acusado de otros diez delitos de fraude fiscal entre los años 2009 y 2012.

Es el tercer proceso judicial que afronta Martínez Pérez, quien no salió demasiado mal parado en los dos anteriores, a la vista de cómo se presentaba inicialmente la acusación del Ministerio Fiscal. En uno de ellos, celebrado en el juzgado de lo Penal 1 de Pontevedra, resultó absuelto. Y este juicio fue clave dado que la sentencia, confirmada después por la Audiencia de Pontevedra, anulaba el registro en el que se halló la abundante documentación que detallaba los ingresos millonarios en una contabilidad paralela de las empresas del grupo.

Antes de ese fallo, de hecho, se había producido uno previo de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra que condenaba a “Lito” a 12 años de prisión y al pago de 46 millones de euros por defraudar a hacienda en el impuesto de sociedades, IRPF e IVA de 2011 y 2012, pero la sentencia se recurrió ante el Supremo y el Alto Tribunal ordenó repetir el juicio.

Es el tercer proceso judicial que afronta, en el primero resultó absuelto y en el segundo se le condenó a dos años y tres meses de prisión pero el fallo está recurrido ante el Supremo

“Lito” volvió al banquillo con otros magistrados y lo condenaron, pero tan solo a dos años y tres meses de cárcel por no declarar 326.374 euros correspondientes a los dos delitos por defraudar el IVA. La anulación del registro impedía su condena por Sociedades e IRPF, además de añadírsele la atenuante de dilaciones indebidas. Su abogado, Carlos Seoane, recurrió el fallo ante el Tribunal Supremo, por lo que sobre Ángel Martínez Pérez no pesa todavía ninguna condena judicial firme.

Anteriores juicios contra el empresario se aplazaron en el pasado por el estado de salud del procesado, por lo que este aspecto también será clave en el juicio

El jueves está previsto que “Lito” se siente de nuevo en la Audiencia y la pena es la más grande que se le pide hasta ahora en un proceso judicial. Hasta 35 años de cárcel por diez delitos, tres contra el IRPF (por los que pide 9 años y 18 meses en total), tres del impuesto de Retenciones (por los que pide seis años y 9 meses), dos sobre el IVA (por los que pide 8 años en total) y finalmente dos delitos de carácter agravado por el IVA por el que reclama otros diez años de cárcel cada uno. Habrá que ver de nuevo como una posible anulación del registro por parte del Tribunal, que ya afectó a los otros dos procesos judiciales, puede influir en este nuevo proceso y en los delitos por los que pudiera ser eventualmente condenado en caso de que la acusación lograra desvirtuar la presunción de inocencia con la que arranca el juicio. El Ministerio Fiscal solicita además la devolución de 4,4 millones a las arcas del Estado, cantidad que supuestamente defraudó el empresario caldense, además de pagar multas que suman casi 13 millones de euros.

Estado de salud

Otra incógnita que rodea a este nuevo juicio es el estado de salud del acusado. La defensa de Ángel Martínez Pérez presentó en varias ocasiones informes médicos para determinar que la salud mental del procesado le impide sentarse en el banquillo con todas las garantías. Una patología neurológica que, según su abogado, tenía carácter degenerativa por lo que no se preveía que fuera a mejorar con el tiempo.

Esta situación ya provocó el aplazamiento de este mismo juicio en mayo de 2018, así como del anterior, hasta en cuatro ocasiones.

Sin embargo, en la sentencia del pasado mes de junio, el Tribunal concluyó que el acusado sí pudo ejercitar su derecho a la defensa. Se señala que los informes periciales indican que aunque “tenía aminoradas sus capacidades de comprensión y de expresión, pero no limitadas, lo que supone que se debería hacer un especial esfuerzo para garantizar su derecho de defensa, tanto en el modo de efectuar las preguntas como en el tiempo para contestarlas, pero tal limitación no le impedía preparar su defensa ni antes del juicio ni durante este”. Habrá que esperar a ver cuál es su estado de salud ahora.