Las obras de reforma del colegio de Portonovo, en su fase final dos meses después del inicio del curso

Las obras de profunda renovación del colegio de Portonovo afrontan su fase final dos meses después del inicio del curso. Según informó ayer el Concello de Sanxenxo, los escolares retomaron esta misma semana las clases de Educación Física en el interior del pabellón, una vez concluida la renovación de la cubierta y de una profunda limpieza de las instalaciones. Las obras financiadas por la Consellería de Educación y que rondan el millón de euros están a punto de culminar a la espera de pequeñas mejoras, incluidas en el remate de la actuación.

El alcalde, Telmo Martín, acompañado de las concejalas de Planificación Territorial, María Deza, y de Educación, Paz Lago, el director del centro, José Currás, y el encargado de la empresa adjudicataria supervisaron los trabajos realizados. Durante varias semanas y por motivos de seguridad, tanto el entorno del gimnasio como el del patio cubierto permanecieron vallados. En los próximos días, se comenzará la retirada del material de obra del patio mientras se acometen mejoras de acondicionamiento exterior y en los accesos.

La obra, que está previsto que logre una reducción en consumo energético del 30 % en el gasto corriente, incluye la sustitución todas las cubiertas de los diferentes edificios que componen el centro por unas nuevas de panel tipo sándwich, la renovación de canalones y bajantes correspondientes.

Para mejorar la sensación térmica, se renovó casi la totalidad de la carpintería exterior del centro educativo, colocando una nueva con rotura de puente térmica y vidrio doble bajo emisivo, incluidas las persianas y sus cajas; y se cambiaron las luminarias existentes, por unas tipo LED, con equipos de regulación y detección del movimiento.

La actuación incluyó el pulido del suelo de terrazo, el pintado de los paramentos y la colocación de falso techo de lana de roca con panel acústico en el edificio de Infantil, despachos, almacenes y pabellón, entre otras zonas que carecían de él hasta ahora.

La ejecución de estas obras, iniciadas en agosto, provocaron un retraso de varios días en el inicio del curso escolar en este colegio, el de mayor matrícula de todo el municipio, con más de 300 alumnos, que desde entonces conviven con los operarios, si bien no se han producido problemas importantes, salvo la imposibilidad de utilizar hasta ahora el gimnasio. Aquella “improvisación”, como fue calificada por los padres, provocó una movilización a las puertas del centro que obligó a intervenir directamente al alcalde y al jefe territorial de Educación.