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Un acusado de estafar a su novia con un crédito y ocultarle su matrimonio dice que "por ella" asumiría la cárcel

El acusado, durante el juicio en la Audiencia de Pontevedra

El acusado de estafar a su novia pontevedresa, a la que ocultó que estaba casado con otra mujer e hizo pedir un crédito bancario del que --según la Fiscalía-- se iba quedando parte del dinero, sorprendió al tribunal de la Audiencia Provincial de Pontevedra al declarar que la relación no ha terminado, que él sigue enamorado de ella y que está dispuesto a asumir una pena de prisión si es por el bien de la mujer. Aseguró además que él mismo pidió a la víctima que no le retire la demanda, cuando hace cuatro meses lo visitó en la prisión de Monterroso, donde cumple condena por otra causa.

El hombre, I.S.G., que se presenta como bróker en las bolsas de Londres, Hong Kong y Barcelona, negó que hubiese engañado a la pontevedresa. Aseguró que le dijo que estaba casado con otra mujer, pero que la relación no funcionaba y que desde que comenzó a convivir con su nueva pareja le habló de su cónyuge, que reside en Melide. También negó la estafa, asegurando que los movimientos de dinero desde la cuenta de ella fueron en todo momento consentidos por la mujer, que intentaba ayudarlo.

Argumentó que en enero de 2015 se topó con un problema económico que afectaba a su propio padre, por un importe de 1,5 millones de euros y que los 22.500 euros de los que se acusa de estafar a su novia, ni fueron sustraídos contra la voluntad de ella, ni le venían a resolver su problema financiero. Solo eran pequeñas cantidades que le ayudaban a seguir trabajando para tratar de ayudar a su padre.

En la vista, celebrada este jueves en la Audiencia de Pontevedra, la denunciante explicó al tribunal que “estaba perdidamente enamorada” de él y que la relación fue “idílica” hasta que se dio cuenta de las supuestas estafas. Mientras duró la relación, entre los años 2014 y 2015, hicieron dos “maravillosos” viajes a Italia, dijo, también pagados por ella, si bien él se ausentaba durante largas temporadas con la excusa de sus negocios en Londres o Hong Kong.

La denunciante sorprendió también al acusado al declarar que tiene una hija, que está a punto de cumplir dos años, si bien afirmó en varios momentos que la niña es solo de ella. “No es de I.”, subrayó.  

La exmujer del bróker, que compareció en el juicio como testigo, también sorprendió a las partes asegurando que hubo una tercera mujer, en este caso igualmente vecina de Melide, con la que también había estado el acusado. Cuando se enteró de esta relación lo dejó, aseguró la exmujer, ya que entonces “de la de Pontevedra no sabía nada”.

Esta mujer asistió acompañada de abogado porque a ella se le acusa de haber recibido algunas cantidades de dinero, supuestamente desde las cuentas de la pontevedresa, de las que niega haberse beneficiado. Fue su abogado quien en un momento de la vista describió el proceso como “este guion de película”, o “thriller psicológico hollywoodiense con tintes románticos”.

La Fiscalía solicita para él cuatro años de cárcel por un delito continuado de estafa y, además, reclama que pague una multa de 3.000 euros e indemnice a la víctima con los 22.500 euros que, supuestamente, defraudó mediante sus engaños. A esta indemnización, el fiscal suma las cantidades derivadas de la solicitud de un crédito de 50.000 euros que pidieron con cargo al sueldo de ella.

Los hechos se remontan a mayo de 2014 cuando el acusado contactó con la víctima a través de una aplicación de contactos, presentándosele como un hombre soltero que trabajaba como bróker e iniciando una relación con la mujer, que era médico y pasaba por una situación de ruptura con su pareja tras 14 años de relación.

Al mes, comenzaron a convivir en casa de ella, en Pontevedra, de la que el acusado se ausentaba de forma constante alegando razones laborales. La víctima empezó a darse cuenta de los engaños, entre otras cosas, porque recibió una llamada de una persona que aseguró ser la esposa del acusado.

También el director de la oficina bancaria le advirtió de que se estaban realizando movimientos extraños en su cuenta. 

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