El CEIP Froebel comenzó hoy, con dos grupos de cuarto curso de Primaria, a usar el último tramo de la calle Alfonso XIII como patio de recreo. De este modo repite experiencia en la utilización de la calle cerrada para que los niños puedan jugar al aire libre.

Este curso, sin embargo, el colegio Doroteas no se animará a usar la calle, por lo que el cierre temporal con cadenas que delimitan la zona para los escolares solo se ha establecido en el lateral del edificio del Froebel, hasta el de la biblioteca pública Antonio Odriozola.

El tráfico de coches en la calle, incluso para los residentes en la misma, está prohibido entre las 11.30 y las 12.15, tal y como informa el Concello de Pontevedra. De hecho, esta mañana en la entrada de la calle desde Echegaray se colocó un coche de la Policía Local de Pontevedra para prohibir cualquier tipo de circulación rodada a motor. Hay que recordar que la calle ya no tiene habilitada entrada ni salida desde la Praza de Concepción Arenal, pero que ese último tramo es usado a diario para maniobras de aquellos vehículos que llegan para dejar a los niños en ambos colegios y en un centro infantil privado, así como para todos aquellos que aparcan en el margen habilitado para servicios.