La Policía Local de Poio realizó en los últimas días dos servicios de carácter humanitario, acompañando a una enferma con graves quemaduras hasta el Hospital Montecelo y localizando a la familia de un hombre con alzhéimer.

La primera de las intervenciones tuvo lugar el pasado 25 de septiembre, cuando recibieron el aviso mediante llamada telefónica de una mujer que les informaba de que llevaba en su vehículo a otra mujer gravemente herida, la cual sufrió quemaduras en su rostro y cuerpo a causa del derramamiento de aceite de cocina hirviendo y solicitaba acompañamiento por parte de la patrulla hasta el Hospital Montecelo de Pontevedra, ya que la herida se encontraba en estado semiinconsciente.

La patrulla le acompañó mediante el uso de señales luminosas y acústicas en su trayecto hasta el centro hospitalario y, un vez allí, se comprobó que los hechos descritos eran ciertos, y se procedió a la identificación de la accidentada, la cual fue asistida de forma inmediata por facultativos de la unidad de Urgencias del centro.

En cuanto a la segunda intervención, sucedió el 28 de septiembre, cuando se recibió la llamada de una vecina de la Avenida Covelo que aseguró que cuando se disponía a salir de su vivienda se encontró tirado en el suelo de su jardín a un varón de edad avanzada. Manifestó que trató de comunicarse con él para ver si necesitaba ayuda, pero el hombre no consiguió responder de forma coherente.

Cuando llegaron los agentes le preguntaron su nombre y si conocía su domicilio, pero el hombre no fue capaz de aportar dato alguno que pudiese ayudar a los agentes a localizar a un familiar. Tras varias gestiones y comprobaciones, observaron que la puerta de acceso a una vivienda cercana, se encontraba abierta y tras asegurar una persona en las inmediaciones que conoce al anciano, se pudo saber que éste está enfermo de alzhéimer y que vive con su hijo en el citado domicilio. La Policía Local logró localizar al hijo, que se personó en el lugar manifestando que es la primera vez que se escapa sin que se percataran de su ausencia. Así pues, los agentes le ayudaron a trasladarlo hasta la vivienda, puesto que apenas consiguía mantener la verticalidad por sí solo.