El Pleno de la Corporación de Ponte Caldelas aprobó el viernes la actualización de la obsoleta ordenanza reguladora de cementerios municipales. Hasta el momento, las funerarias tenían que pagar una tasa de 100 euros en el Concello de Ponte Caldelas por cada entierro en los camposantos de Ponte Caldelas y A Insua y eran los propios operarios municipales los que se encargaban del sepelio.

En el Pleno se derogó esta parte de la ordenanza para que, a partir de ahora, sean las propias empresas de servicios funerarios, con personal más especializado, lsa que se encarguen de los entierros en los camposantos municipales, como hacen también en el resto de los cementerios del término municipal.

Por otra parte, en el Pleno se aprobó la Conta Xeral de 2020, en la que se refleja que el Concello de Ponte Caldelas cumple la regla de gasto, estabilidad financiera y cumple el período medio de pago establecido. Además, se acabó el año con superávit y remanente.